Ganaderos del Magdalena están sufriendo por cuenta de la intensa sequía. No hay pasto para alimentar a las reses, que están muriendo y generando pérdidas a los pequeños productores.
Son nueve los municipios del centro y sur del departamento del Magdalena los que se han visto gravemente afectados por la intensa sequía y las elevadas temperaturas, las cuales no han dejado reverdecer los pastos. Mientras tanto, la hambruna aumenta entre las reses.
La falta de agua en los hatos del Magdalena ha provocado la muerte de centenares de reses a causa de la sed y el hambre. Los terrenos no producen pastos de calidad para su alimentación.
“En la zona del río el Banco, Plato y Pivijay, que son la verdadera producción ganadera del departamento, vamos en 247 reses muertas por falta de pasto, comida y agua”, informó Daniel Murcia, representante del Gremio Ganadero del Magdalena.
Óscar Cubillos, jefe de planeación de Fedegán, afirmó que “los más afectados son los pequeños productores, que con hatos de 10 o 15 animales pueden registrar algunas muertes. En general, la economía puede no notarlo, pero para la economía de cada productor es un gran efecto”.
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Según los ganaderos, el efecto del fenómeno de El Niño se nota en la comercialización de leche. Dámaso Hernández, ganadero afectado, dijo que “la producción se bajó al 50% por falta de comida y de agua”.
En zonas cercanas al río Magdalena como Pivijay y Plato, la muerte de bovinos es diaria.
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