Tras la polémica que desató la solicitud de renuncia por parte del director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD, a la secretaria general de la administración de Olmedo López, ella explicó cuáles son sus razones para mantenerse en el cargo y dio detalles sobre su relación con el saliente director.
“Es sencillamente que estoy embarazada y el director conocía esa situación. Por lo tanto, estoy haciendo uso de mi derecho y de la ley que me protege. En virtud de que no le presenté la renuncia al señor director, por razones obvias, él está haciendo publicaciones y está dando declaraciones que no son ciertas. No es cierto que yo era la mano derecha de Olmedo López y tampoco es cierto que me quiera anclar al cargo”, indicó María Camila Castaño, secretaria general de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
Sobre el lío de los carrotanques, la secretaría aseguró que no tiene información sobre ese escándalo: “No tengo el conocimiento de cómo se suscribió el contrato. La secretaría general se ocupa de todo el tema administrativo, de todo el tema del talento humano. Todo el tema de contratación se hace dentro del marco de la ley 80, es decir, estatuto general de la contratación pública”.
Castaño asegura que no conoce a Alfredo Saade, cuyas funciones serán investigadas por la Procuraduría: “Cuando llegamos, la base de datos de contratistas se manejaba directamente desde dirección. A mi despacho llegaba la solicitud de un CDT por parte del área que la solicita. Si la solicitaba subdirección de manejo, pues me llegaba firmada por uno de ellos. Si era de conocimiento, me llegaba firmada por el doctor Barreto. Yo firmaba las solicitudes de CDT que las áreas misionales necesitaban, pero yo no podía tener un control de quién era quién. Llegan 100 nombres y tú qué vas a saber quién es Pepito Pérez”.
Sobre las funciones de Alfredo Saade, María Camila Castaño dijo que no puede responder, porque “no se sabe de memoria el objeto contractual ni las tareas de cada contratista”.