Una familia en Bogotá salió a comprar unas telas en el barrio La Alquería, sur de la ciudad. Otto, su perrito,
los acompañó y se quedó en la parte trasera del vehículo mientras volvían sus dueños. Infortunadamente, los ladrones se llevaron la camioneta con mascota incluida.
“Me confié, dejé el carro estacionado cinco minutos. Desafortunadamente tenía un perrito, un pug, que es el apoyo emocional de mi familia. En este momento estamos bastante consternados por mi animalito, estamos muy tristes porque la indolencia de la delincuencia acá en Bogotá está terrible”, contó la dueña del animal, el cual tiene 2 años.
Otto llevaba puesta una camiseta naranja y su propietaria cuenta que “todos los días tenemos que darle medicamentos y él debe estar sufriendo mucho”.
Esta angustiada mujer les hizo un llamado a los ladrones: “Tengan compasión con nosotros. Hubieran cogido el vehículo, pero déjenme el perrito”.
La familia tiene la esperanza de que los delincuentes hayan dejado a Otto en una calle y que algún ciudadano de buen corazón lo haya encontrado y les dé la buena noticia de que está bien.
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También espera poder recuperar el vehículo que habían comprado hace solo unos meses.