Es crítica la situación que se presenta en el bajo San Juan, por los fuertes combates entre el ELN y el Clan del Golfo. Al menos 12 comunidades están en el epicentro de la disputa territorial y hoy claman por alimentos y medicamentos.
¿Qué poblaciones son víctimas del ELN y el Clan del Golfo?
San Agustín, Cañaveral, Buenas Brisas, Chupey, Marqueza, Tiatino, Tanando, Ranta Rosa, Chambacú, Doidó, Negría y Noanamá son las comunidades sumidas bajo el terror del conflicto armado.
“Por favor, ya no aguantamos más, tenemos hambre, tenemos miedo, nos tocar dormir en el piso, mucho enfermo. Acá hay niños y adultos enfermos. A nosotros no nos mató el COVID, pero de a poquito nos va a matar esta guerra”, dijo un habitante.
Sin embargo, la atención al clamor de las comunidades por ahora no es posible. Con el nuevo paro armado del ELN, nadie quiere transportar las ayudas humanitarias desde el puerto de Istmina.
Luis Murillo Robledo, representante de la Defensoría del Pueblo en Chocó, informó que “diez comunidades han sido confinadas y otras dos están en situación de desplazamiento. Esta es parte de las ayudas que no se han podido entregar”.
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La Iglesia católica asegura que esta situación es cada vez es más grave, dejando nuevamente a cerca de 30 mil personas confinadas.
“No se mejora, cada día va empeorándose. Hago un nuevo llamado, un enésimo llamado para que nos permitan llegar allí con una ayuda alimentaria inmediata para los hermanos de Chambacú y Doidó”, expresó el monseñor Mario de Jesús Álvarez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó.
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La Fuerza de Tarea Conjunta Titán mantiene sus operaciones militares en Sipí y sus alrededores para garantizar la libre movilidad en los ríos. También verifican las zonas donde se presume que hay minas antipersonales.