Una habitante de la ciudad de Cali, capital del Valle del Cauca, sufrió hace unos días la pérdida de su mascota
. Para hallarla, empezó a pegar letreros en las calles y a pedir ayuda por medio de las redes sociales.
Pero en lugar de ser un apoyo, exponer su información se le convirtió en un verdadero calvario debido a que personas inescrupulosas se han aprovechado para presionarla a que pague dinero con el fin de regresarle el perro.
“He estado recibiendo llamadas de extorsión diciéndome que tienen la mascota, que tienen información sobre ella, que les dé dinero, que me la llevan a la esquina de la casa y que lleve el dinero”, sostuvo la denunciante, que prefirió mantener en reserva su identidad para no seguir siendo objetivo de los extorsionistas.
Según las autoridades, en lo corrido del año se han registrado diez denuncias de hurto de mascotas y cinco de ellas han estado enmarcadas en el tema de las extorsiones.
Cuidado con esta otra modalidad de extorsión
Noticias Caracol registró el testimonio de un hombre que, tras contestar una videollamada de un número desconocido, empezó a ser extorsionado con imágenes sexuales donde él supuestamente aparecía.
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Este ciudadano contó que su pesadilla “empezó cuando ingresó la videollamada, duró aproximadamente 10 segundos, en la cual mostraban una chica teniendo imágenes obscenas. Mi cara se vio exactamente en el video durante los 10 segundos observando, después cortaron la llamada y empezó el tema de escribir: 'Señor, empezamos a trabajar con usted porque necesitamos que usted nos mande dos mil dólares para poder devolverle el video que acabamos de grabar de usted con una niña de 13 años’”.
Asustado, consiguió parte del dinero y “les enviamos 200 dólares, desafortunadamente pensando en que esto podría traer consecuencias gravísimas para mi ámbito laboral y para mi vida personal”, pues podría quedar como un consumidor de pornografía sin serlo.
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La extorsión por la videollamada siguió. Los criminales le decían en mensajes de texto “que eso no les alcanzaba porque supuestamente tenían una persona enferma en otro país la cual necesitaban curar y que el médico les pedía no sé cuánto dinero para poder hacerle una operación”.
La víctima decidió no seguir accediendo al chantaje e “inmediatamente pusimos la denuncia, por redes inhabilitamos todas las cuentas y a la Policía también se le informó ese mismo día, averiguando al 165”.
Allí le aseguraron “que no iba a pasar nada y que estuviera tranquilo, que no les siguiera el juego de las extorsiones y que cerrara o eliminara todas las redes sociales”, detalló.
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