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“Se fue mi motor y mi alegría”: familiar de los colombianos que murieron en accidente en EE. UU.

En Caracol Ahora hablamos con Manuel Fernando Quijano, hermano e hijo de los colombianos que fallecieron en un accidente automovilístico en las carreteras de Estados Unidos.

El reportero colombianoJosé Luis Quijano , de 25 años, y su padre, Víctor Quijano, de 52, fallecieron el domingo 9 de abril de 2023 en medio de un accidente automovilístico registrado en una carretera de Estados Unidos mientras iban de regreso a Oklahoma City, ciudad en la que se habían establecido desde hacía un tiempo.

Manuel Fernando Quijano, hermano e hijo de las víctimas del siniestro vial, se comunicó por última vez con su padre en horas de la noche, el día que ocurrió el accidente. En ese momento, los miembros de la familia se dirigían desde la ciudad de Dallas, donde estaban celebrando el cumpleaños de un amigo coterráneo, hacia Oklahoma, ciudad donde residían.

Durante el viaje, que tiene una duración aproximada de tres horas y media, según Google Maps, los ocupantes del vehículo se encontraban escuchando prédicas religiosas para amenizar el camino, en el marco del último día de Semana Santa. Pero ese día no pudieron regresar a casa.

El lunes 10 de abril, Manuel recibió una llamada en horas de la mañana donde le comentaron que sus parientes habían tenido un accidente y se encontraban en cuidados intensivos, pero no le dieron muchos detalles de lo que había pasado: “Guardaba la esperanza y la fe de que mi papá y mi hermano iban a salir adelante”.

El tercer ocupante del vehículo, que iba como copiloto de José Luis, fue el único sobreviviente de la emergencia y fue el encargado de transmitir la noticia del fallecimiento de sus amigos caleños: “Él se comunicó aquí en Colombia con la mejor amiga de mi hermano, Natalia, y ella logró comunicarse con un tío que nos dio la información”.

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Manuel recuerda que su hermano siempre quiso ser periodista y al final de su carrera, meses antes de graduarse, logró ingresar en el medio de televisión abierta Telepacífico para realizar su práctica profesional. Poco después de obtener su título como comunicador social y periodista, el joven de 25 años tomó la decisión de mudarse a Estados Unidos con el fin de perfeccionar su inglés e ingresar en algún medio extranjero para ejercer su profesión.

Su padre, que los apoyaba en todo a él y a su hermano, decidió acompañarlo un par de meses después, para poder seguir impulsando los sueños de su hijo. Con la voz entrecortada, Manuel mencionó que, durante el año pasado, padeció de un cáncer y su estado de salud era delicado, así que su padre siempre estuvo presente durante el proceso y lloró de felicidad cuando le dieron la noticia de que se había curado.

Mi papá y mi hermano eran lo mejor de mi vida, siento que se fue mi motor y mi alegría por la cual luchaba día a día”, asegura Manuel.

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Por ahora, se encuentra en la búsqueda de una visa humanitaria para su madre, Constanza Lizcano Botero, con el fin de poder viajar juntos al exterior para darle la última despedida a sus seres queridos y recorrer los lugares por los que alguna vez pasaron y solían habitar.

Manuel ya tiene visa, pero espera poder dar el salto a Estados Unidos con su madre lo más pronto posible. Es por esto que han intentado hacer los trámites correspondientes con la Cancillería para solicitar esta posibilidad y también para pedir ayuda con la repatriación de los cuerpos, ya que el proceso de manera privada puede llegar a costar entre 60 y 80 millones de pesos por cada uno.

“Es muy costoso y la verdad quisiéramos traerlos para hacer aquí todo, pero por temas económicos nos han dicho que lo mejor es hacerlo allá y traer las cenizas de mi papá y mi hermano, que es lo que sale como más viable”, afirmó Manuel.

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