El conflicto duró más de tres décadas, pero en 1984 escribió sus líneas más sangrientas en medio de la lucha por el control de las esmeraldas del occidente del departamento.
Hoy se cumplen 30 años de la firma del acuerdo regional de paz del occidente de Boyacá y la conmemoración de este pacto se realizó en San Pablo de Borbur, uno de los municipios más afectado por la llamada ‘guerra verde’.
En los 90 la iglesia y autoridades locales lograron lo inimaginable: “Comenzaron a ver que el camino era ese, la paz, porque en 6 años de guerra ninguno se había acabado, ni los unos ni los otros y sí estaban matando gente inocente”, cuenta Saúl Obando Parra, negociador.
Ahora, mientras muchos celebran, en la región aún quedan las huellas de una pobreza que hace contraste con sus esmeraldas, catalogadas como las más puras en el mundo. Los habitantes buscan alternativas como la agricultura para cerrar el capítulo de la minería.
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En la conmemoración de los 30 años de la firma del pacto de paz no se habló de zares o patrones, pues “sin patrón estamos muy bien”, dicen; solo de la importancia del diálogo como salida del conflicto.