De aliados a enemigos... la justicia puso en orillas irreconciliables al exfiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno y al exmagistrado de la Corte Suprema de justicia José Leónidas Bustos.
“Es muy fácil defenderse desde la clandestinidad al estilo de un bandido profesional. Yo creo que, por la majestad de la justicia, el doctor Leónidas debe dar la cara. Él dice que el cartel de la toga no existió. Es insólito, claro que existió”, dijo Moreno desde su sitio de reclusión en la Escuela de Artillería, donde purga una condena por corrupción.
El principal testigo del cartel de la toga agregó: “Él debe explicar al país qué hizo la mujer con la camioneta que yo le di y que apareció a nombre de ella y antes estaba a nombre mío. Qué hizo con el Cartier que recibió producto de la corrupción , qué pasó con ese carro que tenía un testaferro, un BMW, y que terminó en cabeza mía, que explique por qué los viajes al exterior”.
Entretanto, Leónidas Bustos -quien salió del país hace dos años y cuyo paradero se desconoce- reapareció como si nada esta semana de forma virtual en el juicio que se adelanta contra el exmagistrado Francisco Javier Ricaurte , también enjuiciado por corrupción.
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Ambos están acusados de torcer expedientes en el alto tribunal a cambio de jugosas sumas de dinero.
“Nunca constituí una organización criminal ni con el doctor Francisco Ricaurte ni con el doctor Malo Fernández ni con Luis Gustavo Moreno. Nunca constituí ninguna organización criminal. Nunca cometí un acto irregular en el desempeño de mi cargo. Siempre obré conforme con la Constitución”, sostuvo el expresidente de la Corte Suprema de Justicia.
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Como testigo de la defensa de Ricaurte, Bustos básicamente dijo que el cartel de la toga era una ficción que se había inventado su expupilo Gustavo Moreno.
En medio de la audiencia, la fiscal del caso intentó averiguar en dónde estaba Bustos y cómo había hecho para conectarse a la diligencia, pero nadie supo decirle.
En cambio, el exmagistrado continuó con sus aseveraciones: “Jamás, jamás, tuve ninguna clase de relaciones de ese tipo con el doctor Luis Gustavo Moreno, que nunca lo presenté para ningún proceso, que nunca lo apoyé en ninguna aspiración ni a un cargo privado ni a un cargo público, que no lo recomendé absolutamente para nada, mucho menos para que atendiera casos al interior de la sala de casación penal”.
Ante Noticias Caracol, Moreno le respondió: “Se creen intocables y lo triste es que no ha pasado nada, lo más seguro es que no vaya a pasar nada. Uno, ya en libertad por vencimiento de términos, otros también ya casi que en libertad por el ingreso a la JEP, procesos que no se mueven. Los más pequeños de todo este cartel, sancionados, y los más grandes, los máximos responsables, uno al mejor estilo de un capo en la clandestinidad, sale no para dar explicaciones, sino para defender a su socio, a su secuaz de cartel, al doctor Francisco Ricaurte”.
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Los pendientes de Bustos
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Desde el 13 de mayo de 2019, la comisión de acusación de la Cámara de Representantes acusó al exmagistrado Leónidas Bustos de los delitos de concierto para delinquir, tráfico de influencias y cohecho por el presunto favorecimiento a dos excongresistas que pagaron 2.600 millones de pesos al cartel. El documento es claro.
"Está probada la cercanía de la segunda esposa del encartado con el testigo Moreno Rivera quien, vía mensajes de texto, le informaba en qué momento el exmagistrado se encontraba en su apartamento y poderse reunir con él cuando su esquema de seguridad no se encontraba en el domicilio. Como la noche que Moreno le llevó $200 millones a José Leónidas Bustos, del dinero pagado por el senador Álvaro Ashton por instrucción de Francisco Javier Ricaurte”.
En ese contexto de pruebas y desafíos, Gustavo Moreno le pidió al exmagistradoBustos que regrese a Colombia a encarar su pasado.
“Es muy triste, es lamentable. Creo que la crisis de la justicia se agudiza. Se burlan. Desde luego detrás de ellos hay personas interesadas en que esto no avance, desde luego hay lazos de poder, hilos de poder, tratando de cobijarse para que esto no llegue hasta donde debe llegar. Regrese al país, doctor Leónidas, así como lo hice yo, a darle la cara al país”, recalcó.
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El caso Bustos fue enviado el 11 de noviembre pasado al Senado para que esta corporación determine si lo declara indigno, como ocurrió con el exmagistrado Gustavo Malo, y envíe su caso a la Corte Suprema de Justicia.
El representante Edward Rodríguez, quien investigó y acusó a Bustos por estos hechos, fue contundente: “El expresidente de la Corte Suprema era el cerebro de una organización criminal que actuaba dentro de la propia Corte y que traficaba con procesos. Eso fue demostrado con pruebas testimoniales, documentales y periciales”.
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Claudia Hormaza, abogada en representación de la Rama Judicial en este proceso, también le solicitó coherencia a Bustos y le recordó que en sus tiempos como magistrado de la Corte era bien conocido por ordenar detener procesados que podían representar un riesgo de fuga.
¿Volverá Leónidas Bustos al país? Ese es el gran interrogante. Mientras se resuelve, desde el exterior y sin que nadie le pida cuentas, bustos sigue insistiendo en su inocencia