Hace pocos minutos terminó en la Casa de Nariño un consejo extraordinario de seguridad sobrela masacre de 4 menores de edad indígenas
en Putumayo. Durante ese encuentro, los líderes de la zona relataron cómo ocurrió la barbarie.
Según los relatos, ellos fueron reclutados a la fuerza el pasado 26 de marzo y al intentar huir fueron masacrados. Conforme a la versión de los líderes, los menores se fugaron con el armamento que les habían dado.
“Con dotación que les entregan. Regresaron a la comunidad y solicitaron ellos al cabildo que, por favor, entregaran esas armas a los comandos que se movilizan por ese sector”, aseguró Carlos Garai Martínez, líder indígena de derechos humanos.
Según la versión de la comunidad, luego de escapar fueron interceptados por los guerrilleros que los perseguían.
“Mientras la comunidad recolectaba gasolina para movilizar a los jóvenes, llegaron los grupos de la Carolina Ramírez y los masacraron”, agregó Martínez.
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El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, también recibió detalles de esta masacre.
“Tenemos información de la manera cómo ocurre el hecho y también de la acción de la comunidad por evitarlo. La manera en la que las disidencias actuaron con sevicia contra los cuatro niños”, manifestó Astrid Cáceres, directora del ICBF.
Tras un consejo de seguridad, encabezado por el Gobierno nacional, se acordó la instalación de mesas departamentales para evitar el reclutamiento forzado. Además, la Fiscalía estará al frente de la investigación.
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Los recientes hechos de violencia atribuidos al estado mayor central de las disidencias de las FARC ponen en tela de juicio el futuro de este grupo armado que busca iniciar diálogos de paz con las autoridades.
“Lo que debe hacer la oficina del Alto Comisionado para la Paz es condicionar las características de las conversaciones y ponerle límites a la paz total de acuerdo a las actuaciones de los grupos”, agregó Jorge Mantilla, investigador de conflicto y crimen organizado.
El reclutamiento forzado
Según el defensor regional del pueblo en Putumayo, el flagelo del reclutamiento forzado crece cada día más.
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“Las cifras, lamentablemente, de acuerdo a las que conoce la Defensoría del Pueblo, aumentan de una manera acelerada en el departamento del Putumayo”, aseguró Jhon Harold Ordóñez, defensor regional del Putumayo.
El director de Restitución de Tierras también repudió la masacre e hizo un llamado a los grupos armados: “Condenamos los actos de violencia, de guerra, de este conflicto que está golpeando sobre todos nuestros niños, a los jóvenes. Desde aquí queremos mandar un mensaje de repudio de lo que está sucediendo”.
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