Desde la vereda Manjarrez, en Cimitarra, Santander , aseguran que la creciente del río Magdalena se ha ido llevando, poco a poco, parte de un caserío y muchas familias han perdido sus viviendas.
“Está bastante desolado, la gente ya no tiene para donde irse. Hacemos llamados a todas las entidades gubernamentales, alcalde, concejales, para que nos colaboren viendo dónde nos van a reubicar, porque (el río) se ha llevado más de 15 casas”, dijo Arnuldo Rueda, habitante de la zona.
A este reporte enviado a la sección ‘El periodista soy yo’ de Noticias Caracol se suman otros dos provenientes de La Guajira y Risaralda .
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En Riohacha, La Guajira, campesinos de la región de Los Gorros muestran las pésimas condiciones de la vía por la que deben sacar el producto de sus cultivos y piden que les den una mano para que se resuelva esta problemática.
Finalmente, desde Dosquebradas, Risaralda, la ciudadana Luz Mila Rivera denuncia la práctica de piques ilegales. Afirma que, a pesar de las múltiples quejas de los vecinos del sector, las autoridades no han tomado medidas.
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