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La Jefatura de Seguridad Presidencial y miembros de la Policía Nacional de Colombia despidieron con bombos y platillos a Rigo, un perrito antiexplosivos que, tras seis años de servicio, se fue a descansar debido a una enfermedad terminal. Él hizo parte del equipo que cuida al presidente Gustavo Petro.
La despedida de Rigo se realizó el jueves 21 de noviembre. La Casa de Nariño escribió en su cuenta de X: “Con mucho cariño y en un acto lleno de emociones, la @PoliciaColombia le rindió un homenaje a Rigo, un valiente labrador chocolate que, tras seis años de servicio, se ganó el reconocimiento y el cariño de todos”.
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El intendente jefe Javier Alejandro Valencia Pérez fue el guía de este perrito durante todo el tiempo que estuvo de servicio. Al diario de El Espectador, le dijo: “No pensé que fuera a llorar. Ayer yo estaba bien, pero hoy ha sido muy difícil”.
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Este labrador chocolate nació el 16 de mayo de 2018, y durante parte de su vida desempeñó labores como guía canino de la Policía Metropolitana de Bogotá y en el aeropuerto El Dorado, pues fue entrenado como animal de detección de sustancias explosivas.
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“En el 2020, fuimos a la primera fase de erradicación de cultivos ilícitos, en el departamento del Putumayo, y luego vinimos a trabajar aquí a Presidencia”. Allí estuvieron laborando desde el 2022, precisó Valencia.
Rigo, en múltiples ocasiones, salvó la vida del intendente Valencia. En entrevista con Noticias Caracol en vivo , el intendente contó que el momento cuando más sintió temor junto a su amigo de cuatro patas fue “cuando estuvimos en una fase de erradicación de cultivos ilícitos en el Putumayo. Eso es muy difícil porque a uno le dan varias hectáreas para revisar con el perro y descartar que no haya posibles explosivos”.
Aunque fueron más los momentos de infinita felicidad que vivió este par. Uno de estos “es cada vez que llego de vacaciones porque es una temporada donde uno deja de verlo, son 30 días que estoy apartado de él. Siempre él lo recibe a uno como si fuera la primera vez”.
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Rigo ya caminaba con dificultad y se le veía muy cansado. Eso sí, nunca se borró su gigantesca sonrisa de su bello rostro.
Para el entrenador de Rigo, este animalito “no solo era un compañero de trabajo, era un compañero de vida porque en estos seis años pasé más tiempo con él que con mi propia familia. Pasé momentos tanto agradables como desagradables, porque hubo momentos en que arriesgamos nuestras vidas para garantizar la seguridad y vida de los demás”.
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Valencia lamentó que Rigo no se pudiera pensionar, pues solo le faltaban seis meses para lograrlo. “La idea era habérmelo llevado a la casa cuando pasaran los 7 años. Por lo menos, me deja un sentimiento de gratitud por todo lo que hizo conmigo y salvamos varias vidas, descartando todos los posibles explosivos en los servicios”, finalizó en la charla con Noticias Caracol.
En la despedida del uniformado a su fiel compañero de cuatro patas, él le expresó: “Rigo, muchas gracias por compartir su vida conmigo. Misión cumplida, Rigo. Rigo, ladra”. Cuando el perrito lo escuchó, le respondió viéndolo a los ojos.
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