En la noche de este viernes, 10 de marzo de 2023, se registraron balaceras en los municipios de Tarazá y Cáceres, en medio del paro minero que se mantiene en esta zona del Bajo Cauca antioqueño.
Un grupo de encapuchados intentó vandalizar la estación de Policía del corregimiento Jardín de Tamaná, en el municipio de Cáceres. Esta situación provocó fuertes enfrentamientos con miembros de la fuerza pública, que intentaban ejercer control.
En medio del temor, la comunidad reportó disparos y ráfagas de fusil, mientras las autoridades adelantaban labores para retomar el orden público.
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Corregimiento Jardín Tamaná pic.twitter.com/e1Xwk3lGgv
— Jorge Zuluaga (@jorgezuluagao) March 11, 2023
En el municipio de Tarazá también se presentaron enfrentamientos y disparos, así como personas en las calles desatendiendo el toque de queda decretado por la Gobernación de Antioquia.
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El toque de queda se inició a las seis de la tarde y se extiende hasta las seis de la mañana de este sábado.
Estragos en el Bajo Cauca por minería ilegal
El Bajo Cauca antioqueño es una de las zonas de Colombia arrasadas por la minería ilegal, una práctica que acabó con miles de hectáreas de bosques nativos y fuentes de agua. Desde el aire, la tragedia ambiental que carcome esta región del país es evidente.
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Es que miles de hectáreas hoy están convertidas en cementerios de árboles secos, ríos cubiertos por mercurio y la migración desmedida de la fauna que habita en la zona.
“En el departamento, entre el 2000 y el 2020, se estiman que se han perdido alrededor de 400.000 hectáreas, esto representa alrededor de dos veces el área metropolitana del Valle de Aburrá. Pasamos de tener 283 alertas en el 2022 a tener 183 alertas solo en una semana del mes de febrero del 2023”, declaró Silvia Elena Gómez, secretaria de Medio Ambiente de Antioquia.
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Una equipo de Noticias Caracol sobrevoló el río Nechí, en el municipio de El Bagre, y a escasos metros del casco urbano se puede ver la impactante deforestación causada por la minería ilegal.
Se ven grandes cráteres que son precisamente los rastros de la deforestación. Delincuentes talan árboles para sembrar coca y el uso del mercurio para esta práctica ilegal sigue pasando factura en la salud de millones de colombianos.
“Se afecta el sistema nervioso central, principalmente los riñones, la glándula tiroides, los cuales tienen que ver con el funcionamiento del cuerpo y estos niños pueden presentar problemas de neurodesarrollo, problemas cognitivos que se traduce en dificultades para aprender, pérdida o afectación de la memoria”, aseveró la epidemióloga e investigadora de la Universidad CES Yésica Giraldo.
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