Finalmente se aprobó la reforma al Estatuto Disciplinario de la Policía, un proyecto que contempla nuevas sanciones a los uniformados que en su ejercicio cometan faltas en materia de derechos humanos.
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Entre las nuevas sanciones que contempla la reforma está castigar con mayor severidad a los uniformados que impidan la grabaciónde procedimientos policiales, oculten su identificación o cometan abusos y exceso de fuerza contra los ciudadanos.
“Priman los derechos humanos en toda las actuaciones de la Policía, dos, el uso de la fuerza; tres, los procedimientos; cuatro, el uso de los elementos menos letales y, por último, la responsabilidad en el servicio con los estándares", manifestó el director de la Policía Nacional.
La Procuraduría General tendrá un papel fundamental.
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“También se deja claridad que, por ejemplo, lo que son violaciones en materia de DIH debe pasar de manera preferente a la Procuraduría General de la Nación”, afirmó el ministro del Interior, Daniel Palacios.
Sin embargo, para la oposición, la reforma no es más que una solución cosmética que deja por fuera varios problemas de fondo.
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"Faltas gravísimas que tienen que ver con violencia sexual, exceso en la utilización de la fuerza con la utilización indebida de armas, armas letales o de armas no letales que terminan siendo letales", indicó el senador dela Alianza Verde Antonio Sanguino.
Además, dicen que se debió reformar la manera en que se elige al inspector de la Policía:
“Nosotros insistimos en que el inspector general de la Policía no sea un oficial que dependa jerárquicamente del director de la Policía, sino que sea un exoficial o una persona civil que sea nombrada por el ministro de la Defensa", añadió el senador Sanguino.
El proyecto entrará a su etapa de conciliación esta semana y se espera que la próxima se envié para ser sancionada por el presidente de la República.
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