El año pasado, tras la captura en flagrancia de dos policías que estaban extorsionando a unos comerciantes en Bogotá, la imagen de uno de los uniformados tragándose literalmente el dinero que recibió producto de la extorsión se hizo viral y causó indignación.
Los funcionarios implicados en este caso terminaron detenidos, pero la historia está dando un giro.
El pasado 7 de mayo, el Juzgado Sexto Penal Municipal Mixto con función de control de garantías de Soacha expidió una boleta de libertad por vencimiento de términos del caso contra el patrullero Miguel Mauricio Reyes Caicedo, uno de los policías capturados en flagrancia en junio de 2023. Se trata del funcionario que estaba junto a Diego Alberto Muñoz, quien terminó en el hospital tras comerse unos billetes.
Una de las comerciantes que denunció ser víctima de extorsión por parte de los policías criticó que el uniformado quedara en libertad, porque “la Fiscalía nunca hizo su trabajo; ya vamos para un año y nunca hemos tenido una audiencia como tal porque siempre la cancelan, porque cambian el fiscal, porque el fiscal no tiene conocimiento del caso, o sea, son excusas que para mí no son válidas”.
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En medio de esta situación, la comerciante -quien era propietaria de un bar- dice que su vida ha cambiado drásticamente, entre otras, porque le tocó mudarse de Soacha debido a que “empezaron las amenazas, me tocó separarme de mi esposo porque empezaron los problemas, tuve que sacar a los niños del colegio”.
Por su parte, la Fiscalía ha señalado que en efecto durante el proceso en varias ocasiones se dieron cambios de fiscales y de delitos imputados.
Aún en libertad, Reyes Caicedo continúa vinculado a la investigación.
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