Una misión humanitaria, conformada por funcionarios de la Defensoría del Pueblo y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), fue víctima de un ataque en la vereda Girasoles, área limítrofe entre los departamentos de Caquetá y Meta.
La comisión fue abordada por hombres fuertemente armados que los hicieron descender de los vehículos y posteriormente le prendieron fuego a la camioneta de las Naciones Unidas.
“Los funcionarios fueron retenidos de forma arbitraria y temporal y el vehículo fue incinerado”, informó el Ejército en un comunicado.
Por fortuna, la comisión llegó a salvo al municipio de San Vicente del Caguán y cuentan con protección de las autoridades.
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En las próximas horas se realizará un consejo de seguridad para evaluar la situación de orden público en la zona.
La Defensoría del Pueblo rechazó lo ocurrido y pidió a los grupos armados que se excluya a las misiones humanitarias de este tipo de acciones.
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De acuerdo con las autoridades, disidencias del frente 40 de las extintas FARC serían los responsables de este hecho.