En Bello, norte del Valle de Aburrá, las autoridades desmontaron 13 cámaras privadas que, según la Policía, pertenecen a combos delincuenciales que operan en ese municipio del área metropolitana.
Los dispositivos no hacían parte del inventario de las autoridades y eran usados para monitorear las zonas donde tienen plazas de vicio y además evitar ser descubiertos por la Policía.
Esta es la segunda vez en dos años que las autoridades realizan un operativo similar. En 2020 fueron desmontadas 48 cámaras .