La localidad de Puente Aranda fue blanco de dos robos que tienen asustada a la comunidad. En uno de ellos robaron un carro a jalonazos, mientras que en el otro hecho cinco delincuentes ingresaron a un restaurante y les amargaron la cena a clientes y trabajadores.
Una cámara de seguridad de un establecimiento de comidas en el barrio Veraguas captó el ingreso de cinco sujetos, quienes con arma de fuego intimidaron a clientes y empleados del lugar para despojarlos de sus pertenencias.
Los delincuentes se organizaron de la siguiente manera. Uno de ellos portaba un arma con la que amedrentaba a las víctimas para evitar que reaccionaran, otro aparentaba tener una pistola o revólver, pues no sacaba nunca las manos de los bolsillos y aun así apuntaba.
Otros dos sujetos fueron los encargados de esculcar tanto a comensales como a trabajadores, a quienes les quitaron bolsos, dinero en efectivo y celulares. También llegaban hasta la caja registradora para quitarles el producido del día.
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Un quinto delincuente tenía el trabajo de campanero, que consta de quedarse en las afueras del establecimiento para avisarles a sus compinches sobre la eventual presencia de las autoridades, algo que al final no ocurrió.
Tras consumar el hurto, todos corrieron en distintas direcciones del barrio Veraguas para evitar levantar sospechas y huir con el botín.
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En otro punto de la localidad, delincuentes se robaron un carro a través de una modalidad inusual.
El sistema de vigilancia comunal captó el momento en que ladrones a bordo de un carro oscuro huyen con un vehículo que estaba parqueado en vía pública. Aprovecharon la oscura y fría noche y no les importó siquiera la lluvia.
Lo curioso de esta modalidad es que se lo llevaron amarrado.
Todo parece indicar que quienes se robaron un carro lo hicieron de esta manera al no poder encenderlo. No obstante, también cabe la posibilidad que recurrieran al jalonazo para que el ruido del motor no alertara al propietario.
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Por el momento no es claro si los delincuentes que hurtaron el establecimiento de comidas rápidas son los mismos que se robaron un carro, aunque no sería raro, pues ambos casos sucedieron cerca.
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