El grupo delincuencial Los Espartanos, que se encontraba en un proceso de paz en Buenaventura, anunció que se levanta de la mesa de negociación con el Gobierno nacional. Hay preocupación e incertidumbre en la comunidad que se pregunta qué va a pasar con la tregua.
Los habitantes de Buenaventura no pierden la esperanza. Ya se completa cerca de un año desde que el Gobierno sentó en una misma mesa de diálogos a voceros de Los Shottas y Los Espartanos. El llamado de la sociedad civil es que se restablezca el diálogo y que el grupo criminal reconsidere su posición.
Gracias a la tregua, los asesinatos en la ciudad disminuyeron en un 68%. Precisamente, la pregunta que muchos se hacen es qué va a pasar con la tregua entre Shottas y Espartanos que se ha venido prorrogando y que termina este próximo 4 de mayo.
¿Cuál es el futuro de la negociación?
Los Shottas y Los Espartanos son dos estructuras criminales urbanas y actualmente son parte de una mesa de diálogo socio-jurídica con el Gobierno. Ambas bandas agrupan aproximadamente 1.600 integrantes y nacen con la desmovilización de los paramilitares del Bloque Calima de las AUC en el 2006.
Una de las estructuras que decide no desmovilizarse se conoce como el clan familiar Bustamante, que creó dos grupos delincuenciales: La Empresa y La Local. Pero, en 2019, se da una fractura en esta última estructura y se crean Los Shottas y Los Espartanos.
Empezaron matándose entre ellos por el control territorial. Históricamente, estos grupos han manejado extorsión, narcotráfico, asesinatos y fronteras invisibles.
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Necesidad de reanudar el diálogo
En horas de la noche del pasado miércoles, 6 de marzo, la Iglesia católica y miembros de la mesa de diálogo viajaron a Buenaventura buscando conjurar la crisis, pero, sobre todo, tratando de que no se rompa la tregua.
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Una de esas medidas fue reforzar la seguridad en la cárcel de Buenaventura, a donde fueron trasladados varios de los cabecillas de Los Espartanos para facilitar los diálogos y la mesa de paz para, por un lado, evitar intentos de fuga y, por otro, evitar eventuales atentados contra algunos de ellos.
El obispo de Buenaventura, Rubén Darío Jaramillo, habló en Noticias Caracol Ahora sobre la necesidad de reanudar el diálogo. Aseguró que no se trata de una declaratoria de guerra de ese grupo armado, pero si es un llamado de atención para que el Gobierno nacional haga presencia en su máxima instancia de paz.
“Nosotros creemos y es un reclamo de toda la comunidad, la presencia real del Ejecutivo. Desde que salió el doctor Danilo Rueda no hemos tenido la presencia del nuevo alto comisionado en Buenaventura y esto desgasta las partes. Necesitamos que venga la presencia del alto Gobierno, encabeza del alto comisionado para que dé ruta y vuelva encaminar y encarrilar esos procesos que estamos llevando”, sostuvo.
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