Durante la última sesión de la comisión intersectorial para la acción climática, en Leticia, se hicieron dos anuncios que hacen parte de la estrategia del gobierno Duque para lograr las metas del país en materia medioambiental.
Desde allí se hicieron dos anuncios. El primero, la declaración de la cordillera Beata, ubicada entre las penínsulas de La Guajira y la isla La Española, como área protegida binacional, un corredor marítimo en el Atlántico que será resguardado junto a República Dominicana.
“Así como lo hicimos en el pacífico con Ecuador, Costa Rica, Panamá y Colombia este sería el primer corredor marítimo protegido del Caribe”, señaló el ministro de Ambiente, Carlos Correa. Esto se traduce en que “no se puede pescar, está totalmente protegida porque es una fuente de biodiversidad muy rica”.
El otro anuncio que se hizo en materia ambiental a 12 días del final del actual gobierno es considerado por el presidente Iván Duque como uno de sus mayores legados: “El 30% de áreas protegidas en el año 2022. Colombia se comprometió con la coalición mundial de conservación hacerlo en el 2030 y logramos, en medio de una pandemia, en estos cuatro años, duplicar las áreas protegidas de nuestro país. A todas luces es quizás uno de los temas por los cuales hoy Colombia es más reconocida a nivel internacional materia ambiental”.
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¿Aumentan esas áreas protegidas, áreas de conservación, pero hay recursos para mantener esa vigilancia y ese control sobre estos territorios protegidos?
Ministro Carlos Correa: “Siempre esa es la pregunta: ‘¿Si ya tenemos unas áreas y no ha habido recursos para mantenerlas, por qué vamos a ampliar?’. Entonces, primero esa no puede ser una excusa (…) cerramos un instrumento financiero muy importante que se llama Herencia Colombia, que tiene 245 millones de dólares, 116 millones de dólares que pone la cooperación internacional, fondos privados, ONG, países, y el Estado colombiano cofinancia con los otros alrededor de 120 millones de dólares. Son 245 millones de dólares para conservar 32 millones de hectáreas en los próximos 10 años”.
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En este gobierno se creó la ley que convirtió la deforestación en un delito que se paga con cárcel y con la operación Artemisa, miles de soldados que se dedicaron a proteger los recursos naturales. Sin embargo, la deforestación se mantiene como el flagelo que opaca la gestión medioambiental no solo de este, sino de los últimos gobiernos.
En 2017, el año anterior al inicio del periodo Duque, se dio un escandaloso pico: perdimos casi 220 mil hectáreas. A pesar de los esfuerzos de este gobierno con leyes y acciones, que incluyeron militares, la deforestación mantiene su avance sobre bosques y selvas, aunque las estadísticas oficiales señalan una disminución de ese proceso.
Señor presidente, son casi 200.000 hectáreas anuales las que pierde el país, es prácticamente el tamaño de la sabana de Bogotá.
Iván Duque: "Primero, esto no es un tema solamente de Colombia, es tristemente un fenómeno global. Nosotros empezamos una estrategia, que es una estrategia multidimensional, donde tenemos la campaña Artemisa, el trabajo con las comunidades, el pago por los servicios ambientales, los contratos de conservación natural y sí hay una meta del plan de desarrollo que se cumplió, y era parar la tasa de deforestación, no solamente la tasa que venía creciendo, por más de 200 mil hectáreas, ya la reducimos en un 30%, es decir, en este gobierno es la primera vez en 20 años que en un cuatrienio, visto su promedio de lucha contra la deforestación, hay una reducción del 30% de la tasa"
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Pero esas cifras que reveló su gobierno, según expertos, por ejemplo, la fundación para la conservación y la sostenibilidad del medio ambiente que hace su propio monitoreo, dice que no toman en cuenta el primer trimestre de 2022 y sabemos que el primer trimestre de cada año es donde más hay sequía y deforestación".
Iván Duque: "Uno puede mirar muchas fuentes, pero uno tiene que mirar las fuentes oficiales, y las fuentes oficiales no son de Iván Duque ni son de Juan Manuel Santos ni son de Gustavo Petro. Las fuentes oficiales de Colombia y que nos lleva esa medida que nosotros evaluamos semana a semana, mes a mes, es el Ideam. Lo que nosotros podemos mostrar como balance integral de los cuatro años es que cuando comparamos la tasa de deforestación que teníamos en el 2018 con la tasa de deforestación que tenemos hoy, agregados los cuatro años, hay una reducción de la tasa de deforestación del 30%"
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De los 180 millones de nuevos árboles que prometió sembrar al inicio del mandato quedarán 130 millones a su salida del cargo, y el resto, según el presidente Duque, estarán en pie en diciembre, pues su siembra quedó contratada.
Este año en Colombia han asesinado más de cien líderes sociales, muchos de ellos eran líderes ambientales. Por eso, muchos sectores vieron una esperanza en el acuerdo de Escazú, que el gobierno presentó al Congreso con mensaje de urgencia. Sin embargo, el partido del presidente Duque se opuso al acuerdo, lo que generó críticas para el ejecutivo.
El tratado, entre otras cosas, entrega herramientas para la protección de estos líderes y tratar así de sacar a Colombia del deshonroso primer lugar entre los países más peligrosos para los defensores del medio ambiente.
En contraste, en materia de transición energética, aun los ambientalistas más críticos con la gestión de Duque le reconocen grandes avances al multiplicar por 100 la capacidad de generación de energía a través de fuentes limpias.
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