Policías de tránsito del departamento del Meta auxiliaron a una perrita que tuvo un doloroso encuentro con un puercoespín en la vía que comunica con el municipio de Puerto Gaitán. El animalito terminó con más de 500 púas clavadas en todo el cuerpo.
“Yo escuchaba el lamento de una perrita”, dijo una mujer que vio cómo los uniformados extrajeron una a una las espinas del animal doméstico.
“Las que se le pegaron en los ojitos, menos mal que no le afectó”, comentaba uno de los patrulleros que adelantaba el tortuoso procedimiento para la perrita lastimada.
“Está viva es de milagro”, agregó.
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Al parecer, la perrita quiso atacar a un puercoespín no una, sino varias veces, lo que habría causado que acabara con tantas púas en el cuerpo.
El coronel Edwin Argüello, comandante de la Policía de Tránsito del Meta, manifestó que la mascota, “con más de 500 púas que tenía en su cuerpo, es rescatada por el cuadrante vial”.
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“Con los elementos que ellos tienen, por su servicio y por la premura de la distancia para poder ubicar a una autoridad ambiental, proceden ante el sufrimiento del animalito a realizar las extracciones del total de las espinas causadas por este animal silvestre”, agregó el oficial.
Las autoridades ambientales dicen que es común que los perros ataquen a los puercoespines, roedores inofensivos que usan sus púas solamente como método de defensa ante la amenaza de un depredador.
Por eso, hacen recomendaciones a quienes tienen mascotas, especialmente en el departamento del Meta, donde es frecuente ver a un puercoespín en “los alrededores de las fincas en busca de alimento”, explica Andrés Felipe García, director de Cormacarena.
El funcionario sugiere que “los animales domésticos que tenemos en nuestras fincas como perros, gatos, entre otros, eviten enfrentarse a los animales silvestres, en este caso frente a los puercoespines”.
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Además, “es importante también que sepamos que no debemos ni cazarlos ni matarlos”, precisa.
La historia de la perrita lesionada por atacar al puercoespín tuvo un final feliz, pues no solo lograron extraer de su cuerpo las más de 500 púas, sino que tras ser bañada y alimentada por los uniformados que la socorrieron, fue adoptada por una familia campesina que habita en una de las veredas del sector.
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