En solo tres días, elCOVID-19 les ha arrebatado la vida a siete docentes de Santander . Las muertes encendieron las alarmas del sindicato de educadores, quienes, ahora más que nunca, se oponen al reinicio de las clases presenciales. Temen el contagio de más docentes, estudiantes y directivos.
Algunas de las víctimas tenían enfermedades de base. Muchos de ellos llevaban más de 30 años dedicados a la docencia y trabajaron en municipios como Floridablanca, Vélez, Girón y Bucaramanga.
El COVID-19 en Colombia:
“Estamos muy golpeados. Particularmente tengo entre los fallecidos a una compañera de trabajo en el municipio de Girón. Murieron personas de diferentes edades, hay un compañero de mi esposa que jugaba fútbol en el sindicato”, narró Mauricio Martínez, vocero del Sindicato de Educadores de Santander.
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Como homenaje, las fotografías de las víctimas fueron instaladas en un mural.
Ante los recientes fallecimientos, los docentes se oponen al regreso de las clases presenciales.
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“No estamos en condiciones de hacer clases en alternancia, vamos a empezar nuestro proceso académico en educación remota. No es poner a nuestros estudiantes, las familias, funcionarios y maestros en riesgo”, sostuvo Martínez.
En el área metropolitana de Bucaramanga, la ocupación de camas de UCI llegó al 87%. Varias clínicas están en alerta roja con solo una o dos unidades de cuidados intensivas disponibles.
“En este momento solo tengo dos camas disponibles de UCI, es un número reducido para la emergencia que estamos viviendo”, contó Luis Francisco Silva, director médico de la Clínica Chicamocha.
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