La trágica madrugada del 3 de marzo quedó marcada en la memoria de la profesora Edith Valencia como el reinicio de su vida, pues fue víctima de un ladrón que la atacó cortándole una de sus manos en medio de un atraco en Pradera, Valle del Cauca.
“Cuando veo que un joven se pasa de la acera y me aborda, no me dijo nada que pase el bolso o deme todo lo que lleva, nada, vi fue algo grande que me lo lanzó encima y yo lo que hacía era defenderme y gritar auxilio, ayúdenme, me están robando”, indicó la docente afectada en un hurto.
El ladrón no solo se llevó sus pertenencias, puesto que con un machete le cortó la mano izquierda.
“Cuando llegué al hospital San Roque, yo sentía dolor, pero no sabía que había perdido mi manito. Ya después cuando escucho en la clínica Santa Bárbara que dicen la mano dónde está”, añadió doña Edith.
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La profesora, de 48 años de edad, fue remitida de urgencia a la Clínica Imbanaco de Cali, donde un equipo multidisciplinario, de manera maratónica, la intervino para impedir que pierda su mano.
“Es una cirugía de alta complejidad, la cual requiere un equipo multidisciplinario: equipos muy especializados como lo son microscopios, intensificadores de imágenes y las habilidades de supraespecialistas en cirugía de la mano y subespecialistas en microcirugía”, indicó el cirujano de mano de la Clínica Imbanaco Eduardo Velásquez.
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Las nueve horas de cirugía fueron 100% exitosas, la educadora, que lleva 17 años enseñando, recuperó su mano y, pese a que está con movilidad activa asistida, tiene la esperanza de poder volver a calificar exámenes.
“Estoy agradecida con Dios porque me dio otra oportunidad de vida para continuar con mi proceso, seguiré dado lo mejor de mi como maestra y como persona”, expresó Edith Valencia.