La Procuraduría General de la República le pidió a la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, llamar al general (r) Eduardo Zapateiro para que declare como testigo en los hechos que rodean la masacre de El Aracatazo, ocurrida el 12 de agosto de 1995 en una discoteca del mismo nombre ubicada en Chigorodó, Urabá antioqueño. Allí fueron asesinadas 18 personas.
Según la Procuraduría, el general (r) Eduardo Zapateiro tiene información valiosa de modo, tiempo y lugar sobre lo ocurrido en la masacre de El Aracatazo.
“Nuestra solicitud es con el ánimo de que el testimonio del general (r) Zapateiro sirva para esclarecer y brinde más luces a la magistratura y al Ministerio Público para determinar las condiciones de tiempo, modo y lugar que a él le consten sobre este hecho, tendientes a la construcción de la verdad”, aseguró el procurador primero delegado ante la JEP, Alonso Pío Fernández Angarita.
Asimismo, el Ministerio Público solicitó a la JEP que otros altos oficiales que formaron parte del Batallón de Infantería N°46 Voltígeros, con sede en el Urabá antioqueño, también sean llamados.
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Entre ellos, de acuerdo con la información de la Procuraduría, se sugiere escuchar como testigos del caso “al sargento Baudilio López, quien ocupaba el grado de cabo, con el propósito que ayude a esclarecer la orden precisa que, para el 12 de agosto de 1995, se emitió por parte de la comandancia”.
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También, al teniente Juan Carlos Arbeláez, quien habría estado a cargo de la captura de algunos de los paramilitares que cometieron la masacre en El Aracatazo. Esto “en busca de esclarecer cómo se llevó a cabo ese procedimiento y una posible coordinación del extinto jefe paramilitar Carlos Castaño con el Ejército, además de los agentes de policía encargados de la seguridad y protección de la población dentro del casco urbano el día la masacre”.
En el año en el que ocurrieron los hechos, el general (r) Zapateiro ostentaba el grado de capitán y comandaba la compañía Córdoba, que hacía parte del Batallón de Infantería N°46 Voltígeros. “El 12 de agosto de 1995 dos pelotones, uno adscrito a esa compañía, hicieron presencia en el lugar y, según las versiones de los militares comparecientes en este subcaso, habrían permitido el accionar del grupo paramilitar que perpetró la masacre”, puntualiza la Procuraduría.