Este miércoles, 29 de junio de 2022, el presidente Iván Duque recibió del padre Francisco de Roux el informe final de la Comisión de la Verdad. El encuentro tuvo lugar en la Casa de Nariño, junto con la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez y el alto comisionado Juan Camilo Restrepo.
Entre tanto, religiosos, expertos en seguridad y del conflicto armado hablaron de las recomendaciones que hizo la comisión y que han generado controversia en las últimas horas en Colombia.
Otra reacción frente al informe se produjo por parte del fiscal general, Francisco Barbosa: “Por supuesto que se debe recibir, se deben analizar todas las críticas que hacen todos los sectores, pero se tienen que valorar las instituciones por lo que han representado en su historia”.
Aunque las recomendaciones de la Comisión de la Verdad hablan de temas que tocan a gran parte de la sociedad, han generado polémica. Muchos las aceptan, otros sienten dolor al oírlas y hay quienes las asumen como una hoja de ruta para un nuevo rumbo del país. Uno de los puntos que más debate ha generado es el relacionado con el narcotráfico.
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“Al Gobierno, la fuerza pública, los partidos políticos, los empresarios, las iglesias, los educadores y demás decisores en Colombia, reconocer la penetración del narcotráfico”, manifestó el padre Francisco de Roux.
Frente a esto, el líder religioso Marlon Castillo señaló que no se puede hablar de iglesias, sino de personas.
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“Algunos ministros de culto que han sido investigados y han sido perseguidos por haber tenido una relación con narcotráfico, es decir, la relación es individual, no es colectiva”, manifestó Castillo.
Otra recomendación que incluye a las iglesias es la que llama a sus líderes a cultivar el vacío espiritual. Para Edison Huérfano, sacerdote evangélico, los pastores deben asumir ese compromiso.
“En Colombia sí estamos en ese vacío espiritual, totalmente de acuerdo. En un vacío espiritual, no solo la sociedad, sino también las instituciones religiosas, que de una otra manera han callado ante la realidad del país”, señaló.
Otro aspecto polémico del informe es el que plantea una modificación en el modelo de seguridad. Para Daniel Mejía, experto en el tema, esta recomendación, aunque puede tener inconvenientes como tal vez sacar a la Policía del Ministerio de Defensa, también tiene puntos positivos.
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“Seguridad pública nacional con un enfoque de derechos humanos y un enfoque basado que prioriza al ciudadano como el centro de la política de seguridad”, indicó.
Las recomendaciones también plantean retomar diálogos con el ELN que para muchos debe ser con condicionamientos y el llamado a los jóvenes para encarar la verdad, pero sin odio y desesperanza.
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