Harold Eder, presidente del grupo Manuelita, una de las organizaciones agroindustriales con más alcance de Colombia y que tiene sede en esa región, habló de lo que ha significado el paro nacional para Cali y el Valle.
Su familia ha estado en el negocio de la caña y el azúcar desde hace 157 años.
En entrevista con Noticias Caracol reconoció que a los empresarios les ha faltado humildad y más sensibilidad para entender las necesidades de los jóvenes y plantear salidas para afrontar, todos, el reto de recuperar a Cali y al suroccidente del país.
¿Qué cree usted que llevó al Valle y a Cali a la situación de las últimas semanas?
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A raíz de la situación económica agravada por efectos de la pandemia salió a la luz un tema que no estábamos viendo claramente y es la insatisfacción de los jóvenes con sus oportunidades. Creo que esta situación nos ha puesto a todos a entender mucho mejor esa realidad de los jóvenes. Y ver cómo podemos aportar para mejorarles a ellos sus oportunidades.
¿Y cómo recuperar la confianza que se ha perdido?
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Sentándose con ellos. Hemos estado esta semana diferentes actores de la sociedad civil, sector privado, la iglesia. Hemos estado sentados con los jóvenes, escuchándolos y entendiendo mucho mejor cuál es su realidad.
¿Qué han hecho para aportar soluciones esta situación?
La empresa privada y sobre todo en un país en desarrollo como Colombia tiene que tener un sentido mucho más allá del beneficio económico. La empresa privada tiene que tener un propósito. No es solamente al interior de la empresa con sus colaboradores, es hacia el entorno. Todas las empresas tienen vacantes, normalmente en la medida que sus inversiones van creciendo, van generando nuevos puestos de trabajo y algunos sectores más que otros. A veces hay una desconexión entre lo que la empresa necesita y la oferta laboral. Y ahí es donde hay que hacer una conjunción y hay que ir a buscar esos jóvenes y ver cómo los preparamos mejor para lo que las empresas necesitan.
¿Cómo construir una sociedad menos desigual?
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Los impuestos, si los aplicamos correctamente, efectivamente, de manera transparente, vamos a lograr unas mejores oportunidades, vamos a lograr una mejor educación, una mejor salud y una mejor capacitación para los jóvenes y para las personas que quieren desarrollarse laboralmente o a través de sus emprendimientos. Tiene que haber más emprendimiento, tiene que haber más personas que pueden arriesgar para hacer nuevas empresas y crear nuevos puestos de trabajo.
¿Creen ustedes como empresarios que están en deuda con la sociedad?
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Mientras Colombia no sea un país desarrollado y próspero, siempre estaremos en deuda. Esa tiene que ser nuestra mentalidad, porque tenemos que llevar a Colombia a un estado desarrollo donde todo el mundo tenga oportunidades.
Sin ventas no hay operación, sin la operación no hay empleo. ¿Qué ha sucedido con su sector?
Nuestras operaciones se han apagado por más de un mes, por cerca de 35 días, y estamos reiniciando, eso ha sido muy duro porque para que una empresa pueda generar empleo, para que pueda generar las oportunidades que tiene hoy y nuevas oportunidades, tiene que operar.
El tema de los cultivos de caña de azúcar también es sumamente sensible y más en toda esta situación.
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El valle geográfico del río Cauca tiene una especialidad en caña porque tiene las condiciones naturales ideales para el cultivo de la caña. En otras latitudes hay flores, en otras hay banano, en otras hay maíz, solamente el 25% su frontera agrícola está en caña. Hay un gran potencial de desarrollar el Valle, de seguir lo diversificando en cultivos manteniendo su fortaleza en caña de azúcar. Yo le hago un comparativo: el Valle tiene 250.000 hectáreas en caña, el Brasil tiene 8 millones de hectáreas. En Colombia, en el Valle, hay 13 ingenios azucareros, en Brasil hay 450 ingenios azucareros. Los gobiernos del Brasil, independientemente si han sido derecha o de izquierda, como el presidente Lula, han impulsado el sector agroindustrial de la caña porque saben que es un gran generador de empleo. Y le doy este ejemplo, en el Valle, el sector genera más de 280.000 empleos directos e indirectos, eso significa que más de 1 millón de personas en la región dependen de sus ingresos del sector agroindustrial de la caña.
¿Cómo empresarios creen que tienen alguna responsabilidad en esta coyuntura?
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Toda la sociedad tiene una responsabilidad, no podemos achacarle la culpa a un solo segmento de la sociedad. Todos tenemos una responsabilidad de sacar ese país adelante.
Hace 40 días seguramente usted veía esta ciudad y esta región de manera diferente, ¿cómo la ve ahora?
Creo que hay una mucha mayor sensibilidad a las realidades y a los problemas que nos aquejan. Y a que tenemos que sentarnos todos a dialogar y a construir mejores fórmulas para salir adelante.
¿Creen que como empresarios les ha faltado humildad?
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Yo creo que sí nos ha faltado humildad, pero estamos buscando ser más conscientes, ser más sensibles, más solidarios. Tenemos que ser mucho más solidarios, entender realmente la realidad del otro, ponernos en el zapato del otro.
Una de las conclusiones positivas de todo este tema es que como empresarios se han unido después de décadas de quizás no estarlo.
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Vamos a desarrollar un programa que va a impactar a 30.000 jóvenes en las siete principales ciudades de la región. La pandemia también nos llevó a trabajar más juntos y la situación del último mes nos ha unido aún mucho más. Y yo creo que esa unión va a salir fortalecida y va a ser por el bien de la sociedad y los jóvenes del país.
Los microempresarios
En medio de las dificultades, hay muchas historias exitosas de emprendedores que se han construido a pulso y que han tenido que superar muchos obstáculos en estas épocas.
Vea en el video del inicio de esta nota las historias de dos negocios en Cali que han tenido que enfrentar el impacto del paro y la pandemia. Ejemplos de lucha en medio de la tormenta.
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