Una preocupante radiografía en materia de desplazamientos y confinamientos presentó la Defensoría del Pueblo. Solo hasta noviembre de 2022 más de 59 mil víctimas del conflicto armado tuvieron que confinarse por cuenta de la acción terrorista de grupos armados ilegales. A ellas les preocupa que en la primera semana de enero sus territorios quedarán nuevamente a merced de los criminales.
Y es que, hasta el mes de noviembre, regiones como Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Chocó y Arauca han sufrido el rigor de los confinamientos.
Fueron 59.550 personas las que estuvieron atrapadas con restricciones de toda índole, una cifra donde aún no se reflejan los cerca de 30 mil chocoanos que hace pocos días estuvieron confinados, producto del paro armado del ELN.
Edwin Mauricio Capaz, consejero mayor del CRIC, dijo que “la circulación de la población, la niñez en sus estudios, el circular nuestras unidades médicas, circular la economía, pues de alguna forma se ve afectada, también la afectación en el territorio en cuanto a munición sin explotar”.
Publicidad
Ni qué decir de los desplazamientos forzados masivos en departamentos como Chocó, Cauca, Nariño, Arauca y Córdoba, entre otros.
En enero, el ministro de Defensa, Iván Velásquez Gómez, presentará su política de seguridad en el Congreso de la República, que para expertos deberá contener no solo un componente de protección a las comunidades víctimas del conflicto armado y control territorial, sino además un componente de inteligencia para determinar nuevos liderazgos de los grupos armados ilegales.
Publicidad
Jorge Mantilla, director de conflicto de la Fundación Ideas para la Paz, afirma que “es importante saber cuáles de estos grupos realmente están cumpliendo con el tema de paz total, aquellos que han entrado en treguas si las están cumpliendo o no, ya llevamos varios meses de anuncios por parte del gobierno, del alto comisionado de Paz, pero hasta el momento no es claro, más allá del ELN, con cuáles grupos se está negociando”.
Añade que la política de seguridad debe combinar la negociación con la defensa de los territorios, porque, según él, “es claro que el Estado perdió la iniciativa militar en estos territorios; seguimos viendo unas respuestas que tienen que ver con la parte mucho más reactiva cuando hay alguna masacre, que hacen un consejo de seguridad, decir que se va a aumentar el pie de fuerza, pero hay territorios donde la iniciativa militar la tienen los grupos armados”.