En la vía Manizales – Bogotá, algunas personas captaron en video un fenómeno de emisión de gases
y rocas incandescentes. La cuestión que surge es que si este fenómeno, que tiene a la zona en alerta naranja, guarda ene algún tipo de relación con los eventuales cortes de gas natural en el suroccidente del país.
El humo y lo que pareciera fuego que sale de la tierra ha llamado la atención de aquellos que transitan por la vía entre Fresno, en Tolima, y el Alto de Letras, en Caldas.
Ante la inquietud de la comunidad por tener cerca el volcán Cerro Bravo y el paso subterráneo de un gasoducto, el Servicio Geológico Colombiano, SGC, dio una respuesta.
“Es poco probable que los gases que salen de una de las laderas del volcán Cerro Bravo sean volcánicos. De acuerdo con los resultados de las inspecciones y estudios, esta anomalía no obedece a la actividad de este volcán”, dijo el SGC.
Sin embargo, la Transportadora de Gas Internacional suspendió el flujo de ese recurso al encontrar anomalías en la zona.
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“En la noche del 19 de mayo de 2023 se ha detectado incremento de temperatura del punto de presencia de gases superior a los 600 grados Celsius y la presencia de roca incandescente. La tubería se encuentra a 1,5 metros de longitud y 1.9 metros de profundidad del punto de este hallazgo”, afirmó la compañía.
Pese a las explicaciones, para muchos no queda claro qué está generando el incremento de la temperatura en esta parte de la montaña, la expulsión de gases y la presencia de roca incandescente. Esta situación generó una declaratoria de alerta naranja.
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“TGI ha estado en permanente colaboración con la Unidad de Gestión del Riesgo de Caldas, Invías y el SGC para que, en la medida en que se identifiquen las causas de esta situación, se mantengan condiciones seguras”, complementó la empresa.
Fenómeno de El Niño en Colombia
Para algunos expertos, la llegada del fenómeno de El Niño es preocupante frente a la necesidad de cumplir con la demanda de energía. Incluso, lo han llegado a comparar con el apagón de marzo de 1992. No obstante, el Gobierno nacional aseguró que, aunque hay posibilidad de sequía, no existe riesgo de racionamiento.
Precisamente, en 1992 en Bogotá se vivieron apagones de hasta 9 horas y en San Andrés hasta de 18 horas. Pese a que el Gobierno nacional recalcó que este escenario es lejano, algunos gremios dijeron que se debe hacer todo para evitar un panorama similar, pues la realidad de hace 30 años no es tan diferente a la de 2023.
Según Amylkar Acosta Medina, exministro de Minas y Energía, el detonante de la crisis de 1992 fue un fenómeno de El Niño “que se prolongó en el tiempo y además con una alta intensidad. El país en ese momento dependía, en más del 80% de su generación de energía, de las plantas hidroeléctricas”.
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