Hace más de 20 años que Hugo Mario Palomar, director de Blu radio enCali, se dedica a contar noticias, pero esta es la primera vez en la que él fue el protagonista de la información. Su historia empezó a finales de noviembre del año pasado, cuando se contagió de COVID-19.
“Digamos que he estado muy de cerca al riesgo, pero nunca he visto la muerte tan de cerca como la vi por cuenta de esta pandemia”, contó.
Aunque el periodista no sufría ninguna comorbilidad y disfrutaba de una vida sana, los síntomas se manifestaron de una manera agresiva luego de enterarse de que su mamá, quien lo dobla en edad, también tenía el virus.
“Mi mamá tiene 85 años, entonces yo pienso que el desenlace no va a ser el mejor y eso genera un estrés que es lo que yo pienso que acelera mi crisis de salud”, aseguró.
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Con su salud deteriorándose rápidamente, tuvo que ser ingresado a una UCI en la que permaneció aferrado a la vida y al recuerdo de su hija, que desde España le enviaba videos.
“Yo no recuerdo haber escucho la voz, pero mi inconsciente sí, yo escucho la voz de mi hija y fue algo motivador para regresar nuevamente a la realidad”, recordó.
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Luego de 15 días y cuando parecía haber superado lo peor, la extubación que le daría la salida de cuidados intensivos le produjo un paro cardiorrespiratorio.
Muerto, prácticamente estuve muerto, pero bueno, los médicos lograron reanimarme y superamos la crisis hacia el 20 de diciembre.
A finales del 2020, la batalla con la muerte había sido superada; sin embargo, la agotadora disputa había dejado secuelas, el virus había atacado un nervio facial que le impedía hablar con normalidad y, por ende, ejercer la profesión que tanto lo apasiona.
“Con alguna dificultad comencé a hacerlo, ya lo hago mucho mejor, hablar en la radio, y con la paciencia de mis compañeros y mis jefes ahí voy, superándolo cada día”, subrayó.
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Luego de 4 meses de conocer de cerca el coronavirus, de sufrirlo y de derrotarlo, Hugo Mario da testimonio de cómo el COVID-19 es una realidad agresiva e impredecible, mientras que él luchaba por su vida, su mamá no presentó síntomas graves y superó la enfermedad sin complicaciones.