Durante un debate en el Senado, Barreras aseguró que esa cantidad deberá ser invertida durante los próximos diez años en campos como el desarrollo agropecuario, la jurisdicción agraria, la formalización y registro de la propiedad rural, la eficiencia tributaria y la gobernabilidad local.
Este gasto estaría amortizado, según Barreras, porque en una Colombia sin violencia en el país se produciría un aumento de los ingresos de 100 billones de pesos anuales (unos 49.000 millones de dólares) según datos que citó del Instituto de Economía y Paz.
El senador recalcó que el Gobierno destina actualmente más de 13 billones de pesos (unos 6.500 millones de dólares) a defensa, reintegración y reparación a las víctimas, recursos que servirían para la recuperación de las regiones azotadas por la violencia si se llega a un acuerdo de paz.
Además de los diálogos con las FARC en Cuba, el Gobierno colombiano ha hecho contacto "exploratorios" para iniciar una negociación similar con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
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Barreras destacó además que en la etapa de postconflicto es imprescindible se impulse un marco legal, institucional y presupuestal "para que la paz sea real".
"Los colombianos deben diferenciar entre el costo de la paz que es lo que vale el fin del conflicto, es decir, el desarme, desmovilización y reintegración de 18.000 excombatientes de grupos subversivos que cuesta 630.000 millones de pesos (unos 307,5 millones de dólares) y el costo del postconflicto", sentenció.
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Dicho coste sería necesario para la reconstrucción del tejido social en todas las regiones en los próximos diez años.
Por su parte, la senadora Claudia López, del partido Alianza Verde, dijo que Colombia debe evitar que se repita la experiencia de países centroamericanos en los que tras el cese de la actividad de las guerrillas surgieron bandas violentas.
Por ello señaló que en Colombia no se puede "descuidar el ámbito de la seguridad ciudadana", lo que, en su opinión, es muy importante para "construir un país en paz".
En este sentido destacó que "todo el país no necesita la misma intensidad de inversiones para la paz" y señaló que, según informaciones de que dispone, es en 368 de los 1.102 municipios colombianos, en los que viven 15 millones de personas en los que hay que dar prioridad a las inversiones.
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En este sentido, López apostilló que "el desafío del postconflicto es que el Gobierno aprenda a planear e invertir tanto en los centros poblados como en las zonas rurales".
"El estado colombiano está acostumbrado a invertir y operar solo en la mitad del territorio. La paz no es sólo desmovilizar a 15.000 combatientes sino llegar a la mitad del territorio que durante cien años ha estado abandonado", concluyó.
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