Las tres víctimas, de nacionalidad chilena, afirman que la sesión no duró más de cinco minutos. Interpondrán denuncia ante la Fiscalía.
Dos mujeres y una niña fueron las víctimas de las masajistas en las playas de Bocagrande. Paulina Calvo, funcionaria del gobierno chileno y afectada, explicó que aceptó la prueba porque “en cualquier parte del mundo una prueba es gratis”.
Sin embargo, no se le pasó por la cabeza que esos minutos le salieran tan costosos. “Duraron no más de cinco minutos, y nos dicen, son 150 mil por cada una”, relató. Le parece aún más increíble el hecho porque las masajistas llegaron “con un balde de agua que no sabemos de dónde viene, con una crema que parece acondicionador de cabello”.
Ante el hecho, Harrison Martínez, habitante de Cartagena, acepta que es común esta situación. “Los que venden ostras, que también te dan una pruebita, terminan cobrándote $200.000. Aquí eso se volvió rutinario”, lamenta.
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Las turistas grabaron los masajes y esos videos les permitió a las autoridades detener a una de las presuntas estafadoras, quien se opuso a facilitar su documento de identificación. Fue trasladada a una inspección de Policía.
Este hecho se suma al que vivió una pareja de franceses en enero de 2017, cuando en un restaurante del corregimiento de La Boquilla les cobraron 850 mil pesos por una bandeja de mariscos, dos pescados, tres cervezas y una botella con agua.
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Recuerde el caso:
Doble atraco: a turistas franceses les cobran $850 mil por almuerzo y luego les roban sus cosas