El carpintero de 56 años, casado y con 6 hijos, llevaba varios días hospitalizado y falleció el viernes.
Personal del Hospital de Fontibón le dijo a su familia que no podía entregarle el cuerpo ya que debían “hacer la prueba del COVID-19 porque tenía problemas respiratorios”, contó su hija María Alejandra Sarmiento.
“El mismo viernes murió una señora que sí era caso de COVID confirmado, de nombre Cristina”, agregó.
El lunes, cuando por fin iban a recibir a su familiar, los funcionarios de la funeraria se dieron cuenta del error.
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En la morgue encontraron los cuerpos de tres mujeres y, según les dijo el jefe de seguridad del hospital, hubo “un error en un rótulo y nos manifiesta que tenemos que tener paciencia, que hay que seguir esperando”.
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“Lo más probable es que la familia de Cristina tenga el cuerpo de nuestro ser querido”, dijo la joven.
Los otros dolientes no se habrían dado cuenta de la equivocación porque las víctimas de COVID-19 son entregadas en bolsas selladas.
La familia de Cristian está angustiada porque no sabe si su padre fue sepultado o cremado, por ser paciente de coronavirus.
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