Tapando la mitad de la cara con su celular, así aparecía en el perfil de la llamada red oscura de internet, uno de los más importantes presuntos comerciantes de pornografía infantil en el mundo. Aseguran los investigadores, para ocultarse de las autoridades y hacer sus transacciones con decenas de bandas de pedófilos. Un agente de la Dijín infiltró la red.
“En este material encontramos niños que están siendo instrumentalizados donde tienen relaciones con adultos y entre ellos también, es un material que divulgan, lo suben a la nube y lo venden. Algo muy triste es que son niños entre 5 y 14 años”, indicó la general Olga Salazar, directora de la Dijín.
El señalado criminal, de 22 años, tenía su centro de distribución de material pornográfico infantil en una casa, en un sector muy humilde de Cali.
“Una particularidad que nos llamó la atención es que en esa banda de pedófilos había un grupo conocido como CP, que acorde a la investigación nos señalan que significaba caldo de pollo”, dijo Salzar.
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Gracias a las denuncias que hicieron padres de familia a través del CAI virtual, un grupo forense de la Dijín analizó milimétricamente la única prueba que tenían del señalado criminal: una foto.
Los investigadores detallaron las orejas y un tatuaje que tiene en su cuello, además de otras particularidades.
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Con esa información y el rastro que dejaban los envíos de los videos y las fotos de los niños en el ciberespacio, la Policía llegó hasta el llamado centro más importante de abastecimiento de material pornográfico infantil en Cali.
“Este material lo bajaba de la dark web, acumulaba absolutamente todo este material, lo clasificaba y lo vendía a través de links. Si vendía dos links, tenía un valor, y así sucesivamente, lo cobraba en dólares e igualmente esos links quien los compraba podía acceder desde cualquier lugar del mundo para verlo”, señaló Salazar.
Tras el allanamiento a la vivienda, donde encontraron más de cinco mil videos y fotografías de niños abusados en los computadores, el delincuente fue capturado y enviado por un juez a la cárcel donde podría llegar a pagar hasta 40 años de prisión.