Varias son las exigencias que la minga indígena , que llegó del Cauca a Bogotá, tiene para el gobierno del presidente Iván Duque.
En primer lugar, le está exigiendo garantías para la protesta social y la participación política de sus comunidades.
“Es discutir las políticas que vienen afectando los territorios, nuestros pueblos. Pero no han querido comprender y han querido desviar la atención. Es una forma de dilatar para no dar la cara y le hemos sido claros”, manifestó Hermes Pete, consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).
Piden más seguridad
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También exigen seguridad en sus territorios, donde la violencia se ha recrudecido dejando, según sus cifras, 160 indígenas muertos en los últimos dos años.
Además, denuncian abandono social y el mal uso de la tierra.
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“La vida y la paz, que se ha convertido en uno solo porque tienen que ver el uno con el otro, el territorio y la democracia. ¿Por qué hablamos de la vida? Porque nos están matando. No solo están matando la vida humana sino las vidas de la naturaleza, nos están matando culturalmente, están matando nuestros páramos”, agregó el líder indígena.
Pero la minga no llegó solo con indígenas, a ella se sumaron campesinos que le piden al gobierno, entre otras cosas, mayor inversión en sus regiones.
“Hoy estamos exigiendo la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Campesinado, resolución 165 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, estamos exigiendo la política pública para el campesinado colombiano, son aspectos fundamentales. Se agreden nuestros territorios con políticas como la política minero-energética”, aseguró Óscar Salazar, de los pueblos campesinos del suroccidente colombiano.
Finalmente, campesinos e indígenas coinciden en que es importante avanzar en el cumplimiento de los acuerdos de paz y en la aprobación por parte del Congreso de una reforma rural integral.
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