Mucho se habla hoy de las causas de la violencia en los escenarios deportivos. Los expertos consideran que las barras bravas actúan con sentimiento de grandeza frente a sus opositores, lo que genera irrespeto y enfrentamientos.
También atribuyen su ira al encierro por la pandemia, como lo señala el sociólogo Germán Gómez.
“Responden a los antecedentes que tienen las hinchadas en rivalidades previas, pero también a situaciones que inciden en el aspecto psicológico; las personas, recordemos, venimos de una pandemia de un encierro de casi un año, el fútbol se había suspendido en marzo del año pasado y las personas psicológicamente tienen afectaciones que seguramente encontraron en el estadio ese lugar propicio para desfogar todas estas situaciones psicológicas que afectan el comportamiento”, dijo.
Pero surgen varias preguntas sobre el comportamiento de los hinchas: ¿por qué no se toleran, por qué la rivalidad deportiva pasa a la violencia?
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Los expertos hablan de fallas en la identidad.
“Las denominadas barras bravas son formas de configuración social sectaria en la que la identidad de grupo se construye a partir de la adversidad o animadversión de otro grupo, es decir, tengo una identidad de un nosotros altamente valorada, altamente idealizada, altamente respetada, con símbolos y rituales, y una identidad de ellos altamente deplorada, altamente rechazada”, indicó Carlos Charry, sociólogo de la Universidad del Rosario.
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Luis Alejandro Díaz, estudioso de estos temas, manifestó: “Hay un cruce de discursos muy grande que es el termina generando entre otras cosas tanta violencia, porque la persona no está viviendo el fútbol desde lo deportivo y del entretenimiento, sino lo está viviendo desde ese proceso de identidad al que está siendo llevado”.
Diego Carachas, quien perteneció a las barras de Santa Fe, hoy es profesor de logística deportiva y habla de errores de logística por parte de la fuerza pública.
“Ninguna invasión a otra tribuna se tiene que dar, ni siquiera la de la entrada a la cancha, son compromisos que también tendrán que ser revisados por las autoridades y los colectivos de las hinchadas”, señaló.
Para ellos es urgente un proceso de intervención social con las barras bravas, para entender que se vive el mismo evento deportivo, con canales claros de convivencia, la violencia no puede tener cabida.
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