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El incendio en el Páramo de Santurbán inició desde una zona que limita con este lugar y el de Almorzadero, donde hay gran cantidad de especies de flora y fauna, nacientes de agua y frailejones, de hace decenas de años.
Pese a que el Ejército Nacional y el Cuerpo de Bomberos han intentado apagar las llamas, no se ha logrado controlar del todo la conflagración que arrasa con frailejones y todo a su paso, provocando pérdidas irrecuperables.
El capitán Julio César Espinoza, comandante de Bomberos de Pamplona, dijo que en medio de la emergencia ambiental “lo más difícil para controlar estos incendios forestales son los cambios bruscos de vientos”.
Añadió que en el día de ayer, 25 de enero, se tenía el control del 60% de los incendios, pero debido a los vientos, “se perdió el trabajo y se nos volvió a salir de las manos”.
El alcalde de Pamplona, Klaus Faber Mogollón, asegura que los daños ambientales son muy graves y habla de las posibles causas que originaron las llamas, como: “la quema que muchas veces hacen los labriegos, los campesinos y los productores para empezar a arreglar sus parcelas. Creen que son quemas controladas, pero se salen de control y ya vamos, aproximadamente, 150 hectáreas afectadas por las llamas”.
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El gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, informó que “ya se quemó prácticamente una montaña".
Villamizar también recalcó que “a pesar del gran esfuerzo es necesario el apoyo aéreo para poder disminuir, mitigar y apagar estos focos”.
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Los daños a nivel nacional son incalculables, por ello, las autoridades buscarán la manera de recuperar el ecosistema que se ha visto duramente golpeado.
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