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Por emergencia del coronavirus, esposos que vivieron ocho años sin luz tendrán electricidad

Pareja de adultos mayores ve en la emergencia del coronavirus la oportunidad de tener electricidad

Desde hace más de 10 años don Alberto y doña Esperanza no saben qué es ver televisión, pero ahora les reconectarán el servicio al igual que a otras 12 familias.

La emergencia por el coronavirus no solo ha dejado estragos, para una pareja de adultos mayores se ha convertido en una oportunidad para que a su vivienda llegue la electricidad. 

Siempre nos hemos defendido con la luz de Dios, porque primero Dios, ¿cierto? Y una lamparita y una linternita que tengo y gracias al señor, él no nos desampara”, manifestó Alberto Antonio Castrillón.

Llevan más de ocho años sin electricidad, la única luz que se prende es la de las llamas de un fogón de leña donde cocinan, su reloj es el sol y el agua la recogen en una montaña, que también hace parte de la catalogada ciudad más innovadora de Colombia.

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“A mí se me olvidó que uno ve televisión, qué programas dan en la televisión y todo eso”, confesó María Esperanza Álvarez.

El agüita viene de por allá de la montaña. Muchas veces se me va el agüita, como por ejemplo esta mañana, entonces ahí mismo me tomé unos traguitos y fui a arreglarla”, relató don Alberto.  

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Uno de los placeres de sus vidas es ver el atardecer. A eso de las 6 de la tarde, cuando la luz del sol se va, ellos saben que es la hora de ir a dormir.

“Al no tener uno lucecita aquí nos ponemos a rezamos el santo rosario y ya nos quedamos dormiditos”, relató Alberto Castrillón.

Ellos no cuentan los días de la cuarentena, cuentan las horas para tener luz, le rezan al Sagrado Corazón de Jesús para que los funcionarios de Empresas Públicas de Medellín (EPM) lleguen a su casa a poner la energía que les prometieron.

“No, yo ni siquiera me lo creo, yo dije: ‘señor usted me ama demasiado’. Gracias a esta pandemia que nos sirvió para esa bendición tan grande”, confesó doña Esperanza.

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“Me siento muy feliz, me vino como otra alma al cuerpo, porque aquí nosotros ni para vernos las noticias”, añadió don Alberto.

Varios líderes de la comuna, por medio del ‘Grupo Naranja’, les regalaron un televisor que aún no han podido prender. Como su nombre, doña Esperanza junto a su esposo añoran día a día que la oscuridad termine en su hogar.

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