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Por bala perdida, niña de 12 años se debate entre la vida y la muerte en Bogotá

La menor herida en la cabeza por una bala perdida estaba en el segundo piso de su casa, en Kennedy, cuando fue impactada. Se investiga si el proyectil fue disparado por un policía o un civil.

Una niña de 12 años fue herida en la cabeza por una bala perdida disparada en el barrio El Amparo, localidad de Kennedy, suroccidente de Bogotá. Hay dos hipótesis sobre el hecho que tiene a la menor de edad debatiéndose entre la vida y la muerte.

Según información obtenida por el Ojo de la Noche de Noticias Caracol, la víctima estaba en el segundo piso de su casa cuando escuchó ruidos en la calle. Decidió asomarse por la ventana y fue ahí que la alcanzó la bala perdida.

Un familiar la encontró tendida en el piso y de inmediato fue trasladada al Hospital de Kennedy, donde se encuentra ingresada en la unidad de cuidados intensivos.

La familia de la niña alcanzada por la bala perdida dice que fue un policía el que, por una supuesta pelea en la calle, accionó su arma y le disparó a la menor de edad.

Sin embargo, hay otra versión que señala que el responsable fue un hombre que se bajó de un carro de color gris y empezó a lanzar tiros al aire, uno de los cuales alcanzó a la pequeña de 12 años. Después de los disparos se fue del lugar.

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La Sipol investiga a los uniformados involucrados en el hecho, quienes dijeron estar dispuestos a entregar su armamento para que lo evalúen los especialistas y así determinar si la bala perdida que impactó a la niña salió de ahí.

La menor de edad resultó herida en una de las localidades donde se están reportando varios hechos violentos. Uno de ellos fue captado en video, cuando extorsionistas deslizaron bajo una puerta un panfleto y encendieron un artefacto para sembrar el pánico entre los propietarios de las viviendas y sus vecinos.

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A quienes trabajan en locales como carnicerías y en el transporte informal les piden “aportes económicos” a cambio de no atentar contra sus vidas.

Quienes viven en Kennedy o tienen negocios en ese sector del suroccidente de Bogotá aseveran que tienen miedo porque ya ni las autoridades se ven por la zona: “No hay mucho apoyo, es difícil llegar al barrio porque pues ya uno no está tranquilo. Uno no puede ni dormir porque no sabe en qué momento algo puede pasar”.

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