En medio de una lluviosa madrugada y con su bebé a punto de nacer, una joven de 26 años buscaba desesperadamente ayuda para llegar a una clínica en Buenaventura , occidente del Valle del Cauca.
Aunque necesitaba un taxi, lo que encontró fue un camión de la policía, cuyos ocupantes no dudaron en detenerse para ayudarla.
“Cambian de rol para atender dentro de un vehículo institucional, en un trabajo de parto, a una ciudadana en el municipio de Buenaventura”, afirmó el coronel Jorge Antonio Urquijo, comandante de la Policía del Valle del Cauca.
Con la mujer dando a luz a bordo del camión, los siete policías que la acompañaban utilizaron los elementos que tenían a mano para recibir a la bebé.
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El nerviosismo de los uniformados se transformó en emoción al escuchar el llanto de la pequeña, a la que su mamá llamó Milagros, en honor a su afortunado nacimiento.
“Estos policías, expertos en allanamientos registros y control de la criminalidad, atienden en este trabajo de parto a Milagros, llenándonos de esperanza”, anotó el coronel Urquijo.
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La joven y su bebé fueron trasladadas hasta una clínica de Buenaventura, donde recibieron atención especializada, mientras los policías decidían quién sería el padrino de Milagros Isabel.