A la base de Rionegro, Antioquia, regresaron los pilotos de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) que participaron en el riesgoso rescate del médico parapentista Julio Bermúdez y su guía Santiago Aparicio en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Sobrevolaron a unos 17 mil pies de altura.
El capitán Andrés Jaime, piloto del helicóptero de la FAC donde trasladaron a parapentistas, no pudo ocultar su “felicidad al momento de saber que habíamos cumplido con el deber, que habíamos rescatado a estos compatriotas, que lo necesitábamos, que su Fuerza Aérea Colombiana pudo llegar en el momento donde nos necesitaron, estar prestos y estar siempre ahí para las personas, para el pueblo colombiano, es una sensación de gratitud, de alegría y de agradecimiento también con la vida por darnos esta oportunidad de colaborar con el país”.
El oficial dijo que lograr el rescate en la Sierra Nevada fue “realmente complejo. Hay que agradecerle acá a mi tripulación, al teniente Orjuela, el copiloto, quien identificó la laguna; a mis tripulantes, que fueron quienes la lanzaron. Realmente fue complejo hacer este lanzamiento y cuando llegamos a Barranquilla y nos dijeron que habían recuperado tres de las cuatro maletas (kits de supervivencia) que habíamos lanzado, es un momento que nos llena de alegría, que nos da fuerza y energía para continuar con las misiones y que realmente nos elevó la moral el mensaje que envió Santiago en su momento cuando decía ‘gracias’, es un momento de mucha felicidad”.
El capitán Jaime reiteró que los rescates, como el de la Sierra Nevada, “no siempre se hacen en estas condiciones tan complejas, no siempre en altitudes tan altas, con topografía y condiciones tan complejas. Entonces sí requirió de la experiencia, la preparación de toda la tripulación; es un engranaje donde el mantenimiento de las aeronaves también es muy importante y es una articulación perfecta que se da en la Fuerza Aérea colombiana para poder cumplir con estas misiones”.
“Tuvimos cuatro luces de esperanza”
El teniente Juan Orjuela, copiloto del helicóptero, destacó que “nuestra Fuerza Aérea Colombiana tiene una frase muy bonita y es que lo más cercano a crear una vida es salvarla. Entonces yo creo que el día de ayer vivimos ese sentimiento”.
Según él, en el rescate de la Sierra Nevada “tuvimos cuatro luces de alivio, luces de esperanza. La primera fue cuando uno de nuestros aviones logró identificar dónde estaba este personal, y eso a nosotros nos llenó de alegría porque ya sabíamos dónde estaban, dónde podíamos ir. La segunda, como lo decía mi capitán, fue que Santiago nos reportara que encontraron las maletas que habíamos enviado, eso nos llena de mucha satisfacción, como el deber cumplido de poder lograr esta misión. La tercera, sin duda alguna, fue cuando los rescatistas llegaron hasta el punto y empezaron a bajar el personal. En la Sierra Nevada son complicadas las comunicaciones, no teníamos una constante, no nos podían reportar en tiempo real”.
Publicidad
“Y la última, sin duda alguna, fue cuando llegamos al punto de extracción, la cara de felicidad de las personas, mover el helicóptero y poder saber que iban pronto a estar en casa, eso como tripulación nos llenó bastante y fue una misión compleja, pero con la preparación de nuestros tripulantes y de nuestros pilotos lo pudimos lograr”, concluyó.