Mediante un comunicado, el Ministerio de Minas y Energía se refirió a la anomalía térmica que se registró en cercanías al volcán Cerro Bravo, ubicado en el municipio de Herveo, Tolima. Esta situación generó aumento de temperatura en el subsuelo, emisión de gases y aparición de piedras incandescentes.
Según los reportes de las autoridades, en esa zona las temperaturas del subsuelo alcanzaron los 600°C. Lo preocupante es que muy cerca del lugar se encuentra una tubería del gasoducto Mariquita – Cali y la temperatura extrema pondría en riesgo el suministro de ese servicio a más de un millón de personas.
“La empresa TGI decide de manera preventiva aislar el tramo expuesto al riesgo”, aseguró el ministerio.
Las autoridades también mencionaron que, según el Servicio Geológico Colombiano, “esta anomalía no obedece a la actividad del volcán Cerro Bravo, que actualmente se encuentra en nivel verde, es decir, activo, pero en reposo”.
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Pese a lo anterior, especialistas de esa entidad “realizarán mediciones de la temperatura del suelo, evaluarán la presencia de dióxido de azufre, inspeccionarán la incandescencia que hay en uno de los puntos de salida de gases y estimarán el flujo de varios gases presentes en el suelo”.
Lo anterior llevó al Ministerio de Minas y Energía a recomendar a los habitantes de Caldas, Tolima, Risaralda, Quindío, Valle del Cauca y Cauca a “hacer un uso eficiente del gas natural mientras se restablece el servicio”.
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#ComunicadoDePrensa || De acuerdo con la situación que se presenta en Cerro Bravo, municipio de Herveo Tolima, a causa de una anomalía térmica asociada al subsuelo, que pudiese afectar el tubo que transporta el gas hacia en el suroccidente del país, el @MinEnergiaCo informa: pic.twitter.com/YiLJ33pwbL
— Minenergía (@MinEnergiaCo) May 21, 2023
Fenómeno de El Niño en Colombia
Para algunos expertos, la llegada del fenómeno de El Niño es preocupante frente a la necesidad de cumplir con la demanda de energía. Incluso, lo han llegado a comparar con el apagón de marzo de 1992. No obstante, el Gobierno nacional aseguró que, aunque hay posibilidad de sequía, no existe riesgo de racionamiento.
Precisamente, en 1992 en Bogotá se vivieron apagones de hasta 9 horas y en San Andrés hasta de 18 horas. Pese a que el Gobierno nacional recalcó que este escenario es lejano, algunos gremios dijeron que se debe hacer todo para evitar un panorama similar, pues la realidad de hace 30 años no es tan diferente a la de 2023.
Según Amylkar Acosta Medina, exministro de Minas y Energía, el detonante de la crisis de 1992 fue un fenómeno de El Niño “que se prolongó en el tiempo y además con una alta intensidad. El país en ese momento dependía, en más del 80% de su generación de energía, de las plantas hidroeléctricas”.
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Por su parte, Sandra Fonseca, directora ejecutiva de Asoenergía, puntualizó que hay “una estrechez en la oferta pues hay retrasos en los proyectos de generación y transmisión y la demanda crece a ritmo acelerado. De tal manera, no tenemos una gran capacidad de reserva en términos de energía y eso nos hace vulnerable”.