El centro de Santiago de Cali cumplió con su primera jornada bajo las nuevas medidas restrictivas para frenar el avance del coronavirus COVID-19 en la ciudad. El comercio de la ciudad abrió sus puertas con la restricción del pico y cédula.
Pese a lo anterior, las aglomeraciones y la falta de distanciamiento físico se volvieron a registrar entre los ciudadanos que querían ingresar al centro de la capital del Valle del Cauca a adquirir sus productos para la temporada de fin de año.
Los voceros de los centros comerciales piden que solo una persona del hogar realice las compras.
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“No hay restricción para los niños, pero lo recomendable es no llevarlos. Les pedimos portar siempre el tapabocas. Antes de llegar al centro comercial, tenga claro lo que va a comprar, esto para que podamos regular el aforo”, puntualizó Verónica Maldonado, gerente de Grecocentro, entidad que agrupa a los comerciantes del centro de Cali.
La medida de pico y cédula generó opiniones dividas entre los vendedores, algunos creen que es una restricción vital, mientras que otros aseguran que afectará directamente las ventas de fin de año.
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