En carros, motos y camiones partió la caravana de mineros que completan 14 días de paro en el Bajo Cauca antioqueño . Dos movilizaciones desde los municipios de Caucasia y Valdivia se concentrarán en Tarazá.
Los mineros de la región insisten en que sus condiciones de trabajo hoy los tienen en las calles.
“Nosotros tenemos la intención puesta en marcha para que nos legalicen, pero si el gobierno pone tantas trabas para legalizarse uno, ¿cuándo va a poder uno legalizarse?”, manifestó Juan David Cuartas, minero artesanal.
Comunidades indígenas de la subregión también se sumaron al paro.
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“Que nos dé el código de los pequeños mineros como los tienen las grandes multinacionales, porque nosotros también somos seres humanos y tenemos hambre y también necesitamos de comer”, expresó José Hinestrosa, líder indígena del Bajo Cauca.
El líder de los mineros dice que el paro se mantendrá hasta que se sienten a dialogar nuevamente con el gobierno del presidente Gustavo Petro.
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“Cuando así lo decida el gobierno, permitirnos ir al territorio con tranquilidad. Es que aquí lo que queremos es producir y trabajar, yo no quiero estar aquí y ninguno de los que están acá, por supuesto. De él dependerá que podamos tener esa garantía de que se suspenda, de inmediato, esa quema de maquinaria de la cual dependemos todos”, dijo Saúl Bedoya, vocero del comité pro paro minero.
Según Bedoya, hay incoherencia en más acciones del gobierno.
“No puede ser que mientras se nos están dando algunas opciones de diálogo, se nos estén explotando los equipos de maquinaria y eso debe quedar muy claro en ese posible diálogo de cómo estamos frente a la ciudadanía y cuál es la coherencia de que si queremos la paz ese no es el camino”, puntualizó.
Desde el comité del paro señalan que es posible que esta semana haya nuevamente acercamientos con el Gobierno nacional.
Pese a la presencia de la fuerza pública en la zona del paro, poblaciones del nordeste y Bajo Cauca antioqueño siguen atemorizadas. En Caucasia el comercio volvió a abrir sus puertas, pero en municipios como Remedios, Segovia o Yalí la situación es diferente.
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Algo similar pasa en Tarazá, donde ya hay comercio abierto. Incluso, en la noche algunos establecimientos abrieron puertas.
Las caravanas seguras continúan sus recorridos abasteciendo las zonas afectadas. En tres días, más de 800 vehículos cargados con alimentos, elementos de primera necesidad y productos agrícolas e insumos para el campo, así como transporte público y particular, han sido escoltados por 650 uniformados de las Fuerzas Militares, quienes por tierra y aire acompañan su recorrido.