El exparamilitar Salvatore Mancuso se declaró dispuesto a venir a Colombia a contar lo que sabe ante la Comisión de la Verdad. Aseguró en una carta que envió al exministro Álvaro Leyva Durán que a él lo extraditaron a Estados Unidos para callarlo.
"Se han utilizado medios coercitivos para intimidarme, como torturas, amenazas, persecución judicial a través de montajes como los que he denunciado pública y judicialmente, todo tratando de callarme, ni qué decir. Cuando contéì de forma detallada de las relaciones del Estado y las AUC, Colombia ya sabe lo que me ocurrió: como venganza criminal y para callarme, fui extraditado".
Además, el exjefe de las AUC aseguró en su carta que ya ha revelado ante Justicia y Paz varios de los hechos que el país necesita saber y recordó algunos a los que ha mencionado ante ese tribunal.
"Relateì cómo colaboradores, funcionarios cercanos al gobierno del presidente Álvaro Uribe , como Francisco Santos, hoy embajador de Colombia en Estados Unidos; Joseì Miguel Narvaìez, subdirector del DAS, quien tuvo responsabilidad en la muerte de Jaime Garzoìn, de Pedro Juan Moreno, amigo personal y secretario de Gobierno de la Gobernacioìn de Antioquia, fueron personas muy cercanas con las AUC", señaló en la comunicación.
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A estos señalamientos, el embajador Francisco Santos anunció acciones legales: "las aseveraciones que hace Salvatore Mancuso en las que me menciona son las mismas que hizo hace 13 años, sin ninguna prueba distinta a su palabra, y que jamás ha podido demostrar en ninguna instancia”.
El alto comisionado para la paz, Miguel Ceballos, aseguró que Mancuso no solo debe responder ante la Comisión de la Verdad, sino ante los jueces de la República: “su obligación de decir la verdad, estar en los tribunales de Colombia y en la justicia de Colombia. Él debe responder y regresar al país y al hacerlo debe estar privado de la libertad”.
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En las últimas horas se conoció una comunicación enviada por Estados Unidos a la Fiscalía colombiana, en diciembre de 2008, en la que alertaban sobre el peligro que correría la vida de Mancuso tras unas declaraciones entregadas en noviembre de ese mismo año en las que revelaba nombres de importantes funcionarios que tendrían nexos con las AUC.