La Policía Metropolitana de la capital del Valle del Cauca informó que en la noche del pasado viernes, 8 de diciembre, se encontró dentro de una caneca y una maleta el cuerpo de la adolescente Michel Dayana González
, una menor de 15 años que perdió la vida dentro de un taller de Cali, en el barrio San Judas.
Don Genaro González, padre de la menor, comentó que la Fiscalía General de la Nación le informó que la búsqueda del principal sospechoso de la muerte de su hija, Harold Andrés Echeverry, está “bastante avanzada”, pues las autoridades le aseguraron que ya lo tenían identificado a él y a su familia, y que “prontamente le darían captura, que no se pasaría de tres días”.
“Les pido a las autoridades policiales, yo sé que son muy eficientes, yo sé que lo van a lograr y lo van a capturar, porque él tiene que pagar por ese atroz crimen que le hizo a mi hija”, sentenció.
Respecto a si en el pasado él o su familia había tenido trato con el señalado responsable de la muerte de Michel Dayana González, contestó que sí lo habían visto porque él laboraba como “vigilante de ese taller que queda a cuatro casas” de donde la encontraron. Pero precisó que “nunca tratamos con él porque era nuevo aquí en el barrio. No era fundador del barrio como los demás vecinos, y pues pasábamos y lo oíamos, pero nunca cruzamos palabra ni saludo ni nada”.
¿Hubo alguna alerta que indicara que Harold Andrés Echeverry estaba acosando o acechando a la menor?
Don Genaro comentó que “nunca hubo una señal” y que sus hijas no le comentaron nada al respecto, hasta ayer. “Mi hija mayor me comentó que él sí las morboseaba, que cuando ellas salían por la mañana al colegio él las morboseaba. Incluso ellas se pasaban al otro lado de la calle para que él no las morboseara, pero fue apenas ayer que ella me comentó eso".
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Reveló que nunca sospechó de los vecinos porque “la mayoría son conocidos y son gente de bien”. Incluso, no pensó que el vigilante hubiera sido el atacante porque “le pregunté a él, al asesino de mi hija, le pregunté que si le había visto (mostrándole la foto) y él me dijo que no, que no le había visto”.
Debido a las cámaras de seguridad, todo indicaba que la menor había desaparecido en el taller. “La sospecha la tenía mi pareja sentimental, tenía la sospecha porque ella siempre sospechó de ese local y pues tenía la razón porque ahí estaban los restos de mi hija, puntualizó don Genaro.
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