En medio de crecientes dificultades monetarias, Colombia enfrenta un panorama económico complicado marcado por un déficit financiero significativo y altos intereses de deuda.
Las calificadoras de riesgo, como Moody's, están advirtiendo sobre las amenazas que esto representa. Noticias Caracol habló con Renzo Merino, analista principal de Moody's para Colombia, quien confirmó que podría haber un cambio de perspectiva para el país.
Merino señaló que la principal preocupación se centra en un contexto macroeconómico cada vez más complejo. En 2023, el crecimiento económico fue débil, con un tímido 0,6%. Aunque hay indicios de una posible recuperación en 2024, la inversión sigue siendo una incógnita.
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"Estamos monitoreando las dinámicas de inversión para ver si en 2024 la economía colombiana puede volver a crecer a una tasa de más del 3%", dijo Merino.
Desde Moody's, Merino ha seguido de cerca cada anuncio y decisión del equipo económico del gobierno de Gustavo Petro. No solo le preocupa el bajo crecimiento económico, sino también los altos intereses de la deuda, que consumen una parte significativa del presupuesto.
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"Esperamos que en 2024 Colombia gaste más del 15% de sus ingresos en intereses, un cambio sustancial que demuestra una pérdida de flexibilidad fiscal", afirmó.
El pago de intereses asciende a unos 79,8 billones de pesos, situando a Colombia en una realidad macroeconómica compleja. A pesar de esto, Moody's mantiene a Colombia en una calificación de inversión de Baa2.
Sin embargo, Merino señaló que el costo de financiamiento de Colombia no está alineado con los fundamentos esperados para un soberano con esta calificación, sino más bien con soberanos de calificaciones más bajas.
Implicaciones para Colombia
Si Colombia continúa por este camino, podría enfrentar mayores dificultades para equilibrar su presupuesto y cumplir con sus obligaciones financieras, lo que podría implicar renunciar a otras prioridades de gasto público.
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Merino indicó que Moody's podría reevaluar la perspectiva de calificación del país en el futuro cercano, dado el contexto macroeconómico y los crecientes costos de los intereses de la deuda.
¿Hay preocupación con los mensajes del gobierno?
El "ruido político" generado por mensajes del gobierno y del presidente, como la posible modificación de la regla fiscal o la renegociación del pago de la deuda, también preocupa a las calificadoras.
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"Estos temas de comunicación pueden generar más incertidumbre, afectando negativamente las métricas de deuda del gobierno colombiano," añadió Merino. Sin embargo, destacó que las instituciones colombianas han sido clave para frenar cambios abruptos en la política económica.
Otro factor de preocupación es el déficit en el Fondo de Estabilización de Precios del Combustible, que ha neutralizado los beneficios de las recientes reformas tributarias.
"Si no hay un ajuste en el gasto, la única opción para el gobierno podría ser considerar aumentos en los ingresos", recalcó Merino.
La reciente reforma pensional, aprobada por el Congreso y con un costo estimado de hasta 54 billones de pesos anuales, también añade incertidumbre. Aunque en el corto plazo los costos son moderados, será necesario que la reforma pase por el filtro de las Cortes. Merino aún no ha incorporado la reforma pensional en sus análisis, ya que se anticipan posibles cambios en sus medidas.
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Merino concluyó que, a pesar de los desafíos, los fundamentos económicos de Colombia se han mantenido a lo largo de diferentes administraciones, incluyendo el cumplimiento de la regla fiscal, el respeto por la independencia del Banco de la República, el pago de obligaciones internacionales y un manejo macroeconómico responsable. Estos elementos son cruciales para mantener la confianza de los mercados.
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