Sobre las 7 de la noche del sábadovarios sectores de la ciudad de Cali entraron en emergencia cuando un fuerte aguacero comenzó a inundar calles, centros comerciales, iglesias y decenas de barrios.
El norte y el oeste de Cali fueron los más afectados por las inundaciones. A la fuerte lluvia se le sumó una tormenta eléctrica y vientos que arrancaron árboles. Muchos en la ciudad aseguraron tener miedo cuando vieron carros flotando frente a sus casas y deslizamientos en zona de ladera.
“Efectivamente, hemos tenido una precipitación irresistible de 56 milímetros. Es mucha más agua de la que podría caer en un mes (…) Tenemos múltiples afectaciones de movimientos en masa y desbordamientos”, dijo Rodrigo Zamorano, gestor del riesgo en Cali.
En el barrio Álamos, al norte de la ciudad, una parroquia de la Iglesia católica quedó inundada. En medio de una vigilia los feligreses debieron subirse a las bancas mientras a sus ojos aumentaba el nivel de las aguas.
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“Lo que más nos dolía era ver la gente en silla de ruedas. Y niños que gritaban, que lloraban, eso fue algo bastante triste”, comentó el padre José Eugenio Hoyos, párroco de la Inmaculada Concepción.
Muchas zonas de Cali amanecieron en medio del lodo que dejó la borrasca de la noche anterior. Las autoridades de socorro, Gestión del Riesgo y empresas municipales están recorriendo los barrios afectados para retirar el barro y hacer un censo de los daños que dejó el aguacero.