Un paquete sospechoso frente a la URI de Puente Aranda obligó a realizar un operativo que mantuvo en vilo a la Policía de Bogotá, trabajadores de la zona y detenidos.
Se trataba de una maleta dentro de una caja de madera y que estaba cubierta por una bolsa plástica. Ante la posibilidad de que se tratara de explosivos decidieron hacerle una detonación controlada.
Por fortuna no había material bélico al interior de la maleta, tan solo ropa, pero las autoridades prefirieron darle importancia al caso tras el reciente atentado en Cúcuta, donde dos policías fallecieron por una explosión.
Al final, no hubo lesionados ni hechos que lamentar.