Después de casi 30 años parece que habrá justicia en el caso de Nancy Mestre, la joven de 18 años que fue abusada y asesinada el 31 de diciembre de 1994. En las últimas horas, y tras la insistencia del padre de la víctima, se logró que Brasil ordenara la extradición a Jaime Saade, el señalado culpable.
Martín Mestre, papá de Nancy, describió todo como “algo supremamente difícil, insólito”. Contó que durante la audiencia del Tribunal Supremo de Brasil creyó que la justicia no lo iba a acompañar: “La preocupación fue tal que comencé a llorar, yo dije ‘perdimos’”.
Pero en ese momento su hijo se comunicó con él: “Que lo había llamado el abogado de Brasil, él le había dicho ‘triunfamos’”.
Las lágrimas, dice el señor Mestre, siguieron brotando, pero esta vez “por la alegría”.
Aunque afirma que cuando Jaime Saade llegue a Colombia no necesariamente quiere tenerlo frente a frente, sí desearía preguntarle sobre otras personas que hubieran podido presenciar los hechos en los que su hija Nancy falleció.
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“¿Quiénes estaban ahí? Porque está demostrado que él no estaba solo, había otras personas. Decirle que hable, que diga quién estaba ahí o si él quiere absorber toda la responsabilidad”, dice el señor Mestre.
A pesar del tiempo, celebra este triunfo como una manera de honrar la memoria de Nancy. “Espero morir y poder darle un beso de alegría”, enfatizó.
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Jaime Saade Cormane está condenado por los delitos de violación y homicidio desde hace 27 años y ahora deberá pagarlos.
Actualmente se encuentra libre y se espera una orden de captura por parte del gobierno de Brasil para iniciar el proceso de extradición hacia Colombia.
¿Quién es Jaime Saade y cómo llegó a la vida de Nancy Mestre?
Martín Mestre recuerda a Jaime Saade como si fuera ayer. Dice que en su memoria quedó grabado el rostro del pretendiente de su hija Nancy Mestre
, cuando ella tenía 18 años.
“Él fue un muchacho que llegó al grupo de amigas del colegio Marymount, un muchacho que aparentaba tener casi la misma edad de ella. Después me vine a enterar que él era 13 años mayor que Nancy Mariana. Si yo hubiera sabido eso, no los hubiera dejado salir”, señala.
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Según el señor Mestre, nunca sospechó nada malo de Jaime Saade: “El muchacho era administrador de empresas de una familia supuestamente conocida. Normal, normal, muy educado, un muchacho muy bien parecido, ahí se ven las fotos y aparentaba menos edad, él debe estar ahora en los 62 años”.
El mismo primero de enero de 1994, cuando Nancy Mestre recibió la herida de bala en la cabeza, se perdió todo rastro Jaime Saade.
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En 2020, gracias a las labores de investigador que realizó don Martín Mestre por su cuenta, el sujeto fue capturado en Brasil.
El comandante de la Policía de ese entonces dio a conocer la noticia, explicando además cómo había cambiado la fisionomía de Jaime Saad con el paso del tiempo.
“Esta persona estaba usando una cédula falsa, el nombre con el que esta persona se estaba identificando era Enrique dos Santos, se estaba desempeñando como médico allá”, reveló en 2020 el entonces comandante de la Policía de Barranquilla.
A pesar de que cambió su nombre y aspecto físico, fueron sus huellas dactilares la prueba reina para que las autoridades lo hallaran.
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Fue quizá la mejor noticia en décadas que pudo recibir Martín Mestre, por fin la vida se encargaba de darle la justicia que merecía la memoria de su hija: “Una responsabilidad conmigo, con mi familia y con ella. Era buscarlo, encontrarlo y traerlo para que pague su condena”.