La situación en Natagaima, Tolima, es crítica. A medida que las llamas consumen vastas áreas de vegetación, el impacto sobre la fauna local es cada vez más evidente. Recientemente, un oso hormiguero fue hallado en condiciones alarmantes por campesinos que, conscientes de la tragedia ambiental, decidieron entregarlo a las autoridades. Olga Lucía Alfonso, directora de Cortolima, explicó: “La corporación lo rescató, lo llevó a su centro de valoración de fauna silvestre y, en compañía con el hospital veterinario de la Universidad del Tolima, estamos haciendo las mayores tareas posibles para poder salvarle la vida”.
El oso, conocido en la región como tamandua, presenta múltiples quemaduras y un estado de salud crítico. Los veterinarios han tenido que lidiar con lesiones extensas que requieren atención especializada. Alfonso agregó, con un tono de preocupación: “Está bastante, bastante afectado, bastante malito, y no tenemos un buen pronóstico de lo que le pueda pasar al animal”. La urgencia de su situación ha movilizado a un equipo multidisciplinario que trabaja sin descanso para brindarle la mejor atención posible.
Los fuertes incendios son los que han afectado la flora y fauna
Los incendios forestales que han azotado la región durante los últimos días no solo han afectado a la fauna, sino que también han causado estragos en la flora local, poniendo en riesgo el ecosistema de la zona. La gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, ha sido enfática en su llamado a la acción: “Agradezco todo el apoyo que nos han brindado los organismos de socorro, la Policía Nacional, el Ejército Nacional, y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo. Entiendo que su capacidad es limitada y por eso hacemos el llamado al gobierno nacional para que apoye a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y, a través de ella, podamos lograr ese apoyo helicoportado que tanto necesitamos”.
La magnitud de los incendios es alarmante, con diez focos activos en la región. Esto ha llevado a Cortolima a intensificar sus esfuerzos de prevención y control. La entidad ha reiterado que las quemas están prohibidas y ha instado a los agricultores a abstenerse de realizar prácticas que puedan agravar la situación. “Es crucial que todos tomemos conciencia del daño que estos incendios causan no solo a la fauna y flora, sino también a las comunidades que dependen de estos recursos naturales”, subrayó Alfonso.
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Mientras tanto, la comunidad de Natagaima sigue preocupada por el futuro de su entorno natural. Muchos habitantes han expresado su angustia por los daños irreparables que estos incendios podrían causar a la biodiversidad local. “Es doloroso ver cómo se destruye lo que hemos protegido durante tanto tiempo”, comentó un agricultor local, quien pidió mantener la atención sobre la recuperación de la fauna afectada.
Los esfuerzos de rescate y recuperación continúan, y la esperanza se mantiene viva entre los rescatistas y la comunidad. “Queremos que este oso hormiguero se recupere y pueda regresar a su hábitat, pero también necesitamos que todos trabajemos juntos para evitar que esta tragedia se repita”, concluyó la directora de Cortolima. En este contexto, el futuro de la vida silvestre en Natagaima depende de la acción colectiva y del compromiso de todos para proteger el medio ambiente.
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