Aunque estos residuos electrónicos son verdaderas minas de metales en su interior, gran parte del valioso material termina siendo exportado.
Noticias Caracol le puso la lupa al tema y evidenció cómo ‘lujosos tesoros’ que terminan en la caneca podrían convertirse en un lucrativo negocio.
Por ejemplo, cuatro operarios pueden sacar de celulares y computadores desechados hasta 500 kilos de cobre en un día; este material es vendido a fundidores, que hacen lingotes como materia prima para cables eléctricos o componentes electrónicos.
Algo similar ocurre con las siderúrgicas en Colombia, que están trabajando por debajo de su potencial, con hornos apagados, por falta de chatarra que se está yendo a Taiwán, Corea del Sur y Tailandia.
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“No podemos seguir permitiendo que se exporte una materia prima sin generar ningún valor agregado. Adicionalmente, siendo la materia prima esencial para producir acero, no es conveniente para una industria siderúrgica que se exporte”, concluye María Juliana Ospina, de la ANDI.
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